Mucha gente aún vive en condiciones inhumanas, por ello el crecimiento económico debe ir en primer lugar a esas personas (.) para que puedan vivir con dignidad, manifestó el religioso.
Negó validez en tal sentido a la tesis del modelo económico neoliberal, según la cual los beneficios que logran los sectores pudientes, caen espontáneamente por desborde, chorreo o goteo, en beneficio de los pobres.
Tras reconocer una mejora en los indicadores económicos de Perú, Gutiérrez
señaló que todavía son insuficientes para un cambio más importante en beneficio de las mayorías.
Dijo también que la lucha contra la pobreza requiere también de un cambio de mentalidad de la ciudadanía, para asumir la urgencia de esa tarea.
El prestigioso sacerdote fue condecorado anoche por la Defensoría del Pueblo, por sus aportes a la búsqueda de una sociedad justa.
En la oportunidad, deploró el auge de posiciones según las cuales sólo «la violencia, la mano dura (.)las actitudes totalitarias y arbitrarias» sirven para zanjar situaciones.
Subrayó la necesidad de encontrar los verdaderos caminos de la democracia y de garantizar la justicia social para todos los peruanos, sin excepción.
Advirtió en tal sentido que «sin justicia no hay paz» y que la pobreza es la peor epidemia y es caldo de cultivo de la violencia.
Gutiérrez se pronunció también por la reconciliación entre los peruanos, mediante el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, que investigó el conflicto interno de las dos
décadas anteriores.
Lima, 22 de marzo 2007
Prensa Latina , 0, 21, 19