El diputado venezolano socialista Ricardo Molina explicó al ministro del Exterior de Chile, Heraldo Muñoz, el panorama actual de su país, con acento en una ley de amnistía impulsada por la oposición.
Molina dijo al responder a Prensa Latina que pese a las tensiones actuales, tiene confianza en que en el corto plazo se darán soluciones en beneficio de Venezuela, cuando la mayoría opositora parlamentaria comprenda su papel.
«Poco a poco con la práctica y la fuerza del pueblo, junto con la actuación de los diputados del bloque de la patria, la Asamblea Nacional deberá tomar su rumbo correcto. Que se haga política, pero respetando el diálogo y los principios», dijo.
El legislador del Partido Socialista Unificado (PSUV) subrayó que los parlamentarios contrarios al Gobierno de Nicolás Maduro y que ahora dominan el hemiciclo quiere aprobar una ley de amnistía que promueve la violación de los derechos humanos.
Se trata de un instrumento desestabilizador que estimula la violación de los derechos humanos y desconoce el ambiente legal venezolano para preservar la paz social, declaró a un grupo de periodistas.
Precisó que el proyecto de ley busca excarcelar y liberar de culpas a Leopoldo López, a quien calificó de instigador de la violencia que derivó en 43 muertos y 870 heridos en las guarimbas (revueltas) de 2013 y 2014.
Quedaría libre al igual que Antonio Ledesma, también preso por promover acciones terroristas, además de otorgar indultos a reclusos autores de delitos comunes, con el objetivo de desestabilizar al país, argumentó.
Molina recalcó que la ley permitiría a personas condenadas por homicidio, narcotráfico, corrupción y otros delitos que fueran amnistiadas, si afirman que actuaron con fines políticos, eso desde 1999 a la fecha.
De aprobarse tal y como la están proponiendo, sería una ley de autoperdón, donde los victimarios se quieren convertir en víctimas, acotó.
Por su parte, el jefe de la diplomacia chilena comentó en rueda de prensa aparte que su país siempre está dispuesto a escuchar de asuntos sobre los cuales no puede ser indiferente aún sin la pretensión de intervenir.
«Los derechos humanos son de alcance global pero limitan con el principio de no intervención», remarcó Muñoz.
Santiago de Chile, 22 de marzo 2016
Crónica Digital / PL