El estudio reflejó que cientos de miles de diminutas partículas sintéticas podrían ser liberadas en cada lavado de ropa, lo que confirma que ese proceso es una fuente importante de fibras microscópicas dentro del medio acuático.
La investigación fue dirigida por el estudiante de doctorado Imogen Napper, en conjunto con el profesor Richard Thompson, un experto internacional en microplásticos y desechos marinos que ha trabajado en ese ámbito durante más de 20 años.
Se espera que la cantidad de microplásticos en el entorno aumente en las próximas décadas y hay preocupación por la posibilidad de que tenga efectos nocivos si se ingieren, explicaron los autores.
Mientras que la liberación de fibras diminutas como consecuencia del lavado de textiles ha sido ampliamente sugerida como una fuente potencial de contaminación, ha habido poca investigación cuantitativa sobre su importancia relevante, o sobre los factores que pueden influir en dichos vertidos, añadieron.
El estudio encontró que el lavado de una carga promedio de seis kilogramos de lavado podría liberar un estimado de 137 mil 951 fibras de tejido de mezcla de algodón y poliéster, 496 mil 30 fibras de poliéster y 728 mil 789 de acrílico.
Londres, 4 de octubre 2016
Crónica Digital/PL