La firma UBS pronosticó hoy una fuerte caída en las bolsas y en el euro en caso de que la candidata del partido de extrema derecha Frente Nacional, Marine Le Pen, gane las elecciones presidenciales de Francia.
Las acciones europeas descenderían hasta un 35 por ciento y la llamada moneda común podría desplomarse 10 por ciento, detalló.
Fuera del viejo Continente los rendimientos de los bonos estadounidenses bajarían hasta 100 puntos básicos, el índice S&P 500 alrededor de un 10 por ciento y las acciones y divisas de economías emergentes retrocederían hasta un 30 y un 15 por ciento, respectivamente, precisaron.
Según un informe de UBS, los mencionados comicios -previstos para el 23 de abril y el 7 de mayo próximos- representan el principal riesgo político para la zona este año debido a la popularidad de Le Pen, quien aboga por la salida francesa del euro y de la Unión Europea (UE).
La toma de posesión de la oficina presidencial de una política cuyo principal objetivo es la salida de Francia de la zona euro/UE implica una re-denominación significativa y difícil de predecir, y riesgos de impago con posibles efectos de contagio global, opinaron los analistas de UBS.
Acorde con sondeos recientes, la candidata ultraderechista aparece al frente en la intención de votos con un 25 por ciento, y solo un punto de ventaja con respecto al centrista Emmanuel Macron.
París, 28 de marzo 2017
Crónica Digital /PL
Mar Mar 28 , 2017
Ante la proyección de un mayor uso del ferrocarril metropolitano para 2018, el académico de la Universidad de Santiago de Chile, Rodrigo Martin, sostiene que “no pueden pasar otros diez años para construir solo dos líneas más”. El especialista advierte que la empresa debe contar con un mecanismo que permita un aumento sistemático en la cobertura del servicio. “La ganancia en el valor del suelo que produce el Metro debe ser capturada por la empresa para, de esta manera, poder reinvertir esos recursos en nuevas líneas”, propone. Un estudio de la Secretaría del Transporte proyectó una disminución de un 15% en la demanda por buses del Transantiago en 2018. Mientras, el flujo de pasajeros de Metro subirá un 21,2% en la hora punta de la mañana, influido por la puesta en marcha de las nuevas Líneas 3 y 6 del ferrocarril metropolitano. Para el especialista en transporte urbano y académico de la Universidad de Santiago deChile, Rodrigo Martin, esta situación se produce como reacción de los usuarios ante diez años de mal servicio de superficie, lo que produce un cambio de hábito en la ciudad. Por eso, llama a definir mecanismos que permitan asegurar un crecimiento sostenido de Metro, para que el servicio no colapse. “Si se produce una apuesta de la ciudad por el crecimiento del Metro, que es lo más sensato, se requiere un mecanismo de financiamiento que se sostenga en el tiempo. No podemos pasar los próximos diez años tratando de construir solo dos líneas más. Tenemos que construir más rápido que eso”, afirma. Por eso, propone que Metro o alguna entidad del Estado tenga la capacidad de captar el aumento del valor en el uso de suelo que produce la llegada del ferrocarril metropolitano a un determinado punto de la capital. “La ganancia en el valor del suelo que produce el Metro debe ser capturada por la empresa para, de esta manera, poder reinvertir esos recursos en nuevas líneas”, explica. “Cuando el Metro construye una estación, incrementa automáticamente el valor del suelo. Entonces, las inmobiliarias compran todas las casas antiguas del sector y construyen departamentos. Por lo tanto, el valor de uso de suelo lo ganan privados”, critica. Por eso, indica que “si queremos que el Metro crezca con inversión estatal financiada con dinero de todos, primero, esa inversión que genera el valor del suelo no debe regalársele gratis al mercado inmobiliario”, afirma. “Hay que buscar mecanismos de gestión inmobiliaria que permitan financiar al servicio”, indica. “Lo que se debe permitir es que el Estado tenga capacidad de gestión inmobiliaria”, agrega. Aunque reconoce que esta opción fue desechada durante la construcción de la Línea 1 del Metro, por concebir que “el Estado tendría una ganancia producto de una inversión”, sostiene que “hay que replantearlo”. “Un mecanismo es aplicar un impuesto sobre ese valor del suelo agregado, pero también es posible que se generen gestiones inmobiliarias directamente, por parte del Estado, mediante compra de terrenos para localización de viviendas de interés social, para abastecimiento del Metro”, señala. […]