familiares y fuerzas políticas y sociales denunciaron hoy la profanación a un placa que recuerda el lugar donde fueron atacados brutalmente dos víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet.
Desconocidos derramaron pintura roja sobre la placa conmemorativa, lo cual ocurre por cuarta vez, sin que hasta el momento las autoridades hayan tomado cartas en el asunto a pesar de las denuncias realizadas.
En ese marco, el Partido Comunista, a través de su cuenta de Twitter, se unió a la denuncia y advirtió que la memoria de las víctimas de la dictadura pinochetista no puede seguir siendo socavada.
Este martes familiares y amigos difundieron las fotos en redes sociales y emplazaron a la Subsecretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia para que se pronuncie respecto a la reiterada ofensa.
La placa está colocada en el lugar donde el fotógrafo Rodrigo Rojas de Negri y la joven psicóloga Carmen Gloria Quintana fueron atacados brutalmente el 2 de julio de 1986 por los militares Julio Ernesto Castañer González, Iván Humberto Figueroa Canobra y Nelson Fidel Medina Gálvez.
Los tres uniformados miembros de una patrulla militar detuvieron a Rojas y a Quintana por haber participado en una manifestación, les rociaron gasolina y prendieron fuego y luego los envolvieron con frazadas y los abandonaron en un descampado en la periferia de esta capital.
A consecuencia de las graves quemaduras Rojas falleció a los pocos días, pero Quintana sobrevivió, aunque con serias secuelas en parte de su cuerpo quemado y su rostro desfigurado.
La noticia del horrendo suceso le dio la vuelta al mundo y desembocó en el caso Quemados, un larguísimo proceso judicial que solo finalizó en marzo último, cuando los tres militares, ya retirados, fueron condenados a diez años de cárcel por el crimen.
Asimismo fueron condenados a tres años otros ocho exmilitares en calidad de cómplices, y absueltos el excomandante René Aníbal Muñoz Bruce y Pedro Fernández Dittus, este último por haber sido ya en 1993 condenado por ese caso.
Las sanciones fueron recibidas por las familias de las víctimas con una mezcla de satisfacción e inconformidad, porque si bien finalmente se hizo justicia con los criminales, consideraron que las penas aplicadas resultaron leves en comparación con la magnitud del daño causado.
Santiago de Chile, 17 de abril 2019
Crónica Digital /PL