Los medios más influyentes de Uruguay no omitieron el encuentro. Y tampoco agencias internacionales y cadenas de televisión. No porque fueran proclives, sino porque algo captaron de la relevancia del evento.
Partieron el viernes 26 de abril, y culminaron el domingo 28. Delegaciones de partidos comunistas de Argentina; Bolivia; Brasil; Chile; Perú; Paraguay; Uruguay y Venezuela, intercambiaron temáticas regionales y mundiales, y sostuvieron encuentros con el presidente del Frente Amplio del país anfitrión, Javier Miranda, y con la precandidata y los tres pre candidatos presidenciales del FA, de los cuáles podría salir (de primarias) el futuro Presidente de este país.
En la inauguración del encuentro estuvo presente el embajador de Cuba en Uruguay, quien ha tenido una larga experiencia en representar a su país en el Foro de Sao Paulo. Y se recibió un especial saludo del Presidente de Bolivia, Evo Morales.
Las y los dirigentes que participaron, concordaron en destacar que esta reunión es la primera de un proceso en el que los partidos mantendrán coordinaciones en los ámbitos políticos; sociales y de acciones conjuntas en el marco de movimientos sociales.
Hubo un importante acuerdo en caracterizar la política norteamericana como “una acción estratégica que pretende revertir, desde el histórico patio trasero de los Estados Unidos, la creciente debilidad” de las potencia occidental en el cuadro mundial. Y, por tanto, en estos momentos “Los Estados Unidos vienen por todos nosotros, por todos los países del continente. Y han partido su ofensiva por Venezuela; Nicaragua y Cuba”.
En ese contexto, los partidos comunistas del Cono Sur concordaron en valorizar y luchar por la permanencia del multilateralismo y del predominio del derecho internacional, así como por la pervivencia de CELAC; UNASUR; MERCOSUR y otros sistemas de integración bilateral y multilateral.
En los intercambios, predominó la idea de que los gobiernos de derecha pro norteamericanos podrían ser intentos relativamente prematuros, porque fisuran y profundizan las desigualdades en los países. Sin embargo, lo que puede hacer cambiar las correlaciones al interior de esos países son las fuerzas políticas y sociales que logren frenar los intentos restauradores de políticas neoliberales, y se propongan reconquistar los gobiernos y parlamentos nacionales, concluyeron.
Es el caso de Argentina; Bolivia; Uruguay, países en donde es probable que la derecha sea derrotada, y los actuales frentes político-sociales de izquierdan se mantengan en el poder.
Juan Castillo, secretario general del PCU, partido anfitrión, puso de relieve la idea de que “el mejor camino para detener la ofensiva norteamericana y ayudar a cambiar el rumbo de América Latina, en el caso de Uruguay, es ganar un cuarto gobierno para el Frente Amplio, con mayoría parlamentaria. Y mantener una política exterior que junto a México, Bolivia y el Caricom, proponga el diálogo como instrumento político en Venezuela”.
Jaime Caicedo, secretario general del Partido Comunista de Colombia, señaló que el intento norteamericano es “Usar a Colombia como territorio para agredir a Venezuela, y están buscando las formas a través de diversos mecanismos que pongan en extrema tensión la frontera entre ambas naciones. Esto, mientras en Colombia los asesinatos de líderes y activistas llega a casi 400 personas; y el Acuerdo de Paz avalado e impulsado por la ONU y varias naciones garantes y acompañantes, se desdibuja en forma creciente”.
Juan Andrés Lagos, encargado de relaciones y miembro de la comisión política del Partido Comunista de Chile, destacó que la situación del continente “sufre una regresión peligrosa para la paz continental; para los avances en justicia social y para las democracias, con todas sus limitaciones. Hace varios años que la intervención norteamericana no tenía en el nivel de descaro que tiene ahora, apoyándose en gobiernos derechistas que no ocultan sus afanes neoliberales y su agresividad hacia otras naciones del mismo continente”.
En este contexto, los partidos comunistas del Cono Sur acordaron impulsar acciones conjuntas en diversas áreas, especialmente en el ámbito de las comunicaciones; acción en redes; lucha de masas; defensa del medio ambiente y recursos energéticos; y políticas comunes en materia de migración; lucha por la paz; los derechos humanos y diversidad de géneros y feminismo.
Desde Montevideo, Rogelio Lucas, especial para Crónica Digital
Montevideo, 287 de abril 2019
Crónica Digital