El presidente de Chile, Sebastián Piñera, cerró noviembre con una aprobación de solo 13 por ciento, tres puntos porcentuales menos que hace una semana, refleja hoy la encuesta Plaza Pública.
Ese estudio semanal de la consultora Cadem, considerada como cercana al gobierno, señala que ese porcentaje es el segundo más bajo en lo que va de año, solo superado en julio cuando llegó a 12 por ciento.
Quienes desaprueban la gestión del mandatario aumentaron hasta 78 por ciento, cinco puntos más que en los resultados del sondeo precedente.
Los resultados del sondeo parecen reflejar el creciente malestar en el país hacia el mandatario, expresado en las más recientes manifestaciones callejeras, en las cuales la demanda de su renuncia fue una constante.
Incluso, en el debate político nacional gana espacio la posibilidad de que las elecciones presidenciales, previstas para noviembre de 2021, pudieran adelantarse a abril, ante la crisis de credibilidad del mandatario y del gobierno, luego que diputados de oposición presentaran un proyecto en la Cámara Baja en esa dirección.
Si bien esa propuesta es poco probable que prospere, pues es rechazada por la derecha en bloque y vista con ojeriza en los partidos centristas de la oposición, analistas consideran que el solo hecho de su planteamiento evidencia la debilidad del mandatario.
En ese sentido, la encuesta Plaza Pública arroja una caída del mandatario en una serie de atributos, entre los cuales solo 15 por ciento de los encuestados señalaron que «cumple lo que promete», apenas «genera confianza» al 16 por ciento, mientas nada más uno de cada cuatro chilenos opina que Piñera cuenta con autoridad y liderazgo.
Uno de los factores que parece haber incidido notablemente en la caída de la popularidad del mandatario en las últimas semanas, es su rechazo a una reforma constitucional propuesta por la oposición para permitir a millones de chilenos un segundo retiro de 10 por ciento de sus ahorros de pensiones.
Con ese dinero propio las familias podrían hacer frente a la difícil situación causada por la crisis económica y social agudizada por la pandemia de Covid-19, que ha llevado al desempleo a más de dos millones de trabajadores que en cambio han recibido de forma limitada y tardía ayudas anunciadas por el gobierno.
La percepción de muchos es que Piñera, en vez de responder a las necesidades de los más vulnerables y de la empobrecida clase media, se preocupa más por cuidar los intereses de los más ricos y en especial de las empresas Aseguradoras de Fondos de Pensiones que atesoran cientos de miles de millones de dólares propiedad de los chilenos.
Santiago de Chile, 30 de noviembre 2020
Crónica Digital/PL