Mireya Baltra Moreno es y será parte sustantiva de la historia y de las luchas de los pueblos de Chile y de nuestro continente.
Muere físicamente, pero su legado se queda intacto, porque es necesario para seguir caminando hacia el futuro.
Suplementera, sindicalista, Ministra del Trabajo del Gobierno de la Unidad Popular del Presidente Salvador Allende, Diputada, Reina de la Primavera en su juventud, reportera, regidora, estudiante universitaria ya en la tercera edad, y profesional. Constructora de Partido, y como militante, integrante del Comité Central y de la Comisión Política.
Internacionalista plena, cultivó la solidaridad con Cuba y el amor por ese Pueblo, por su Revolución, su Partido y sus conductores. Solidaria con los procesos emancipadores, especialmente de Nicaragua y de El Salvador.
Mantuvo posiciones de principios cuando se produce la caída de los socialismos reales, y el capitalismo salvaje se enseñorea en casi todo el mundo, como también en Chile.
Mujer trasgresora, de convicciones y sentimientos intensos y fuertes. Con su ejemplo, ayudó a abrir las puertas al reconocimiento de los derechos de las mujeres y de las disidencias, dentro y fuera del Partido.
Mireya fue siempre sencilla y postulaba la necesidad del colectivo; fue una compañera expresiva, llena de pasiones por causas nobles, con una personalidad que inundaba espacios, pero no avasallaba.
Amiga entrañable de Gladys, de Julieta, de muchas compañeras y compañeros con quienes cultivó la amistad sincera y profunda.
Querida hermana y compañera Mireya, con tu ejemplo, mil veces venceremos.
Por: Juan Andrés Lagos.
Integrante de la Comisión Política y Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile.
Santiago, 18 de abril 2022.
Crónica Digital.