Sáb Abr 8 , 2023
La quiebra inesperada del Silicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos produjo un tsunami que se extiende, aceleradamente, por el planeta financiero, causando pánico en Europa. Las olas más grandes ahogan ya al banco helvético Credit Suisse. Por Sergio Ferrari*, colaborador de Prensa Latina Se trata de la mayor bancarrota estadounidense desde la crisis financiera mundial del 2008. El 13 de marzo, el propio presidente Joe Biden pidió tranquilidad a ahorristas e inversores y enfatizó que el mundo político hará todo lo que esté a su alcance para preservar el sistema financiero. «Los estadounidenses pueden confiar en la solidez del sistema bancario (…). Sus depósitos estarán disponibles cuando los necesiten”. Karine Jean-Pierre, la portavoz de la Casa Blanca, salió al cruce de los malos presagios, insistiendo que “esto no es el 2008”, en referencia a la última gran crisis que estalló ese año. La misma fue resultado de la explosión de la burbuja creada a partir de la especulación con el precio exorbitante de viviendas y construcciones en general. La crisis actual se desencadenó la semana pasada. El miércoles 8 de marzo el SiliconValley Bank anunció la venta forzada de títulos por valor de 21 mil millones de dólares, lo cual le implicó pérdidas de mil 800 millones y una caída a pique de sus acciones en Wall Street. Al mismo tiempo anticipó que vendería dos mil 250 millones de dólares en nuevas acciones para reparar sus finanzas. Tales hechos motivaron el pánico entre la clientela, que retiró depósitos en masa. El jueves 9, sus acciones se desplomaron un 60 por ciento % y arrastraron consigo otras operaciones bancarias, ya que los inversores vieron en el horizonte señales semejantes a las del crac mundial de 15 años atrás. El viernes 10, ante el derrumbe brutal de sus activos, SVB quebró y fue absorbido por la Corporación Federal de Seguros de Depósitos, la agencia federal estadounidense- un organismo independiente del gobierno- que garantiza que los clientes recuperen su dinero- total o parcialmente. Para reintegrarle sus depósitos a la clientela, la agencia federal liquidó los activos restantes del banco. En paralelo intervino también el Signature Bank. El sitio web del Silicom Valley Bank habla por sí mismo y muestra las dos caras: la del pasado y la actual (https://www.svb.com/). Se puede leer, todavía, la presentación tradicional de la institución: “Orientación proactiva a largo plazo. Nos asociamos con los fundadores, ejecutivos e inversores más innovadores para ayudarles a adaptarse y navegar por la siempre cambiante economía de la innovación”. Pero en la parte superior una franja con fondo celeste y letras negras explica la nueva realidad: “Silicon Valley Bridge Bank, N.A. es un banco puente de nueva creación, con todos los servicios y operado por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, sus siglas en inglés). El banco está abierto al público y los depositantes nuevos y existentes tienen pleno acceso a su dinero y protección para sus depósitos”. Para más detalles el mensaje envía a la página web del ente oficial […]