Mar Feb 20 , 2024
El estudio distingue cinco situaciones: adopciones irregulares con destino al exterior, adopciones dentro de Chile, hechos relacionados con Colonia Dignidad, víctimas menores de desaparición forzada y embarazadas víctimas de desaparición forzada. • El capítulo detalla que no hay condena en ninguna de las causas que instruye el ministro Jaime Balmaceda, ante quien el INDH interpuso 31 querellas. En nueve de éstas existe sobreseimiento temporal. • Se revela que, si bien la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación estableció los casos de nueve embarazadas víctimas de desaparición forzada, existe un décimo caso: una persona detenida en Argentina. El capítulo 6 del Informe Anual 2023 del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) aborda el derecho a la identidad y la convivencia familiar ante los secuestros y adopciones irregularidades de niños y niñas en Chile. Se dice que el Estado aún no reconoce como víctimas a los adoptados ilegalmente entre las décadas de 1960 y de 1990, en Chile y el extranjero. Es más, refiere que se está lejos de contribuir a establecer la verdad o lograr reencuentros. En el texto se recuerda que los casos comenzaron a conocerse en 2014 por un reportaje del medio de investigación CIPER. Se formaron organizaciones civiles para la búsqueda de verdad, justicia y reunificación familiar. Y desde 2019 el INDH se querelló por desaparición forzada de niñas y niños ocurridas en hospitales públicos. A partir de fuentes primarias y secundarias, el informe indica cinco contextos y circunstancias de sustracciones: recién nacidos, niños y niñas dados en adopción irregularmente en el extranjero; dados en adopción irregular dentro de Chile; apropiados por jerarcas de Colonia Dignidad; menores víctimas de desaparición forzada en dictadura; y embarazadas víctimas de desaparición forzada en dictadura. Adopciones en el extranjero En lo que toca a los recién nacidos enviados al extranjero la situación puede distinguirse con tres elementos: recintos donde ocurrieron los hechos, profesionales que captaban o elegían a mujeres víctimas; y recursos burocráticos usados para concretar la adopción irregular. A partir de estos factores hay tres vías para la sustracción: desde establecimientos de salud y maternidades; desde hogares de protección a cargo del Estado; y desde los domicilios particulares con fuerza policial e informes sociales desfavorables. La salida al extranjero fue principalmente con dos métodos: entrega de tutela del menor a un tercero por parte del tribunal de menores para que pudiera viajar y así la adopción se hacía bajo las leyes del país adoptante. Y la inscripción en el Registro Civil de un falso certificado de defunción del menor supuestamente fallecido, para que luego los padres adoptivos lo inscribieran como propio en el Estado adoptante, o en su defecto, inscribieran directamente a los padres adoptivos con un certificado de parto falsificado o declaración de dos testigos falsos como padres biológicos. Esto no se habría concretado sin contrapartes en el extranjero que consumara la adopción o la presencia en Chile de agentes de los centros de adopción de otros países, coludidos con agentes del Estado de Chile y particulares para concretar la salida a Suecia, EE.UU., Italia, Bélgica, Perú, Alemania, Holanda, […]