Los dirigentes gremiales explicaron que la última oferta -que dio dos alternativas: una para un contrato que tendría vigencia por 3 años, y otra con más beneficios por 4 años- era insatisfactoria y quedaba muy lejos aún de las demandas.
En el primer caso, el reajuste salarial sería del cuatro por ciento real y un bono de 9,5 millones de pesos (unos 17 mil 500 dólares) más un préstamo de tres millones sin intereses (cinco mil 600 dólares).
Si firman a 4 años, el reajuste también es de cuatro por ciento, con un incremento adicional de 1,3 en el último año. El bono asciende a 13 millones de pesos (24 mil dólares), más un préstamo de cuatro millones (unos siete mil 500 dólares).
Según fuentes sindicales, esta última alternativa no había sido conversada y sin considerar la cobertura a enfermedades catastróficas para los trabajadores, puntos que provocaron la molestia sindical.
«Nunca se ha hablado de 17 millones y apareció con oferta a 4 años que nunca se conversó, que incluso sorprendió a la autoridad que estaba presente. Siempre hablamos de dos a tres años», sostuvo Pero Marín, vocero oficial del gremio.
Los trabajadores -que buscan equilibrar sus salarios a los precios actuales del mineral rojo en el mercado internacional- reclaman un reajuste del 10 por ciento y bonos por unos 30 mil dólares, con un contrato de entre dos y tres años.
El escenario de la negociación cambia a partir de hoy, ya que la ley establece que transcurridos los primeros 15 días de huelga, los trabajadores están facultados para tratar en forma individual con la compañía, lo que debilitaría la posición de los sindicatos.
El dirigente gremial dijo, sin embargo, no temer este proceso, ya que los mineros están advertidos e informados y existe una completa unanimidad en torno a las reivindicaciones que están exigiendo a la transnacional.
En votación unánime a mano alzada -que será ratificada hoy en las urnas- los dos mil 59 trabajadores que integran el gremio descartaron la oferta en medio de un malestar generalizado, que presagia una escalada del conflicto.
«La empresa equivoca el camino, nuevamente, en aumentar cifras para nublar o desperfilar nuestro movimiento. Basta de mentiras, negociemos, por favor», enfatizó Marín ante la presencia de una treintena de esposas de trabajadores que se acercaron al sitio para apoyar el paro.
«Hay sentimientos encontrados, primero con las mentiras que pone en el ambiente comunicacional la empresa. Habla de 17 millones y me gustaría que fuese así, pero esto es una burla y sobre mentira no se puede construir un acuerdo», subrayó.
Dijo que eso se negocia en la mesa y advirtió que «la gente esta molesta con esto», aunque insistió en la disposición de los trabajadores de continuar con el proceso de negociaciones, que cuenta desde el viernes con la mediación del gobierno.
Escondida, perteneciente a un consorcio de grandes transnacionales que encabeza la BHP Billiton, opera a un 40 por ciento de su capacidad. Fuentes especializada calculan las perdidas en más de 100 millones de dólares hasta el momento.
La empresa comenzó a funcionar en 1990 a unos tres mil metros sobre el nivel del mar, en el desierto de Atacama, en la II Región. Produce más del 20 por ciento del cobre nacional y el ocho mundial.
Santiago de Chile, 21 de agosto 2006
Crónica Digital/PL , 0, 54, 15