Los Mirage, que cumplieron más de 14 mil horas de vuelo, realizaron su último vuelo la víspera en una ceremonia en el aeropuerto del Grupo de Aviación N 10 Pudahuel, de esta capital.
El comandante en jefe de la FACH, Ricardo Ortega, dijo que los Mirage, «se encuentran en buenas condiciones, pero sin embargo dejan de servir a la Institución, para dar paso a los aviones F-16».
Los F-16 fueron adquiridos a la empresa estadounidense Lockheed Martin.
EL GASTO MILITAR CHILENO
Con un desembolso cercano a los mil millones de dólares, Chile adquirió el pasado año de la empresa estadounidense Lockheed Martin 10 cazas F-16 Block 50, con la última generación tecnológica, a los que se unirán otras 18 de estas unidades compradas recientemente a Holanda.
La flota de combate, la más moderna y poderosa de América Latina, fue destinada a la base aérea Los Cóndores, situada a más de mil kilómetros de Santiago, muy próximo a la frontera con Perú, especialmente reacondicionada para acoger los modernos aparatos.
Los aviones son los mismos que tiene la flota de combate norteamericana desde 1975 y los modelos actuales permitirán a Chile contar con la tecnología más avanzada de la región, que alcanza 60 mil pies en dos minutos y dispara armas que se lanzan «fuera del alcance del enemigo».
Los aviones multirrol cuentan con los sistemas estándar usados en Estados Unidos e incluyen un radar que emplea técnicas para descodificar el efecto doppler (identificación del objetivo) y rastrear hasta 10 blancos al mismo tiempo, a 300 kilómetros de distancia.
TANQUES LEOPARD II
En tanto, el Ejército chileno no descarta la compra a Alemania de tanques avanzados Leopard II hasta completar una flota de 300, de acuerdo con su plan original.
A un costo de 124 millones de dólares ya se encuentran en el país un primer lote de 93 unidades de batalla del tipo A4, construidos en los años noventa y que pertenecieron a las fuerzas terrestres germanas.
Frente a este salto cualitativo, la institución optó por reducir su actual flota de tanques, compuesta por unas 350 unidades de diversos tipos, y dará de baja 24 máquinas Leopard uno, 31 M-50 Super Sherman, 31 AMX-30 y 45 M-41 Bulldog.
El orden de batalla de la institución quedará compuesto por tres batallones de 31 tanques de Leopard II y seis de Leopard I, con un total de 280 unidades, según fuentes castrenses citadas recientemente por el diario conservador El Mercurio.
Sin embargo, los planes de modernización originales del Ejército plantearon la necesidad de estandarizar la flota de blindados con los más avanzados modelos Leopard II A4, por lo que no se descarta que, a futuro, se compren otras unidades, de acuerdo con el rotativo.
La incorporación de los nuevos aparatos, según han reconocido sus propios integrantes, constituye un tremendo desafío tecnológico para la institución, ya que este blindado es uno de los más modernos y poderosos del mundo.
Construido por la empresa alemana Krauss-Maffei, con 62 toneladas de peso, es equivalente, e incluso superior, al M-1 Abrams estadounidense, al Challenger 2 británico y al T-80 ruso, operativos en las mayores potencias militares.
Entre sus principales características se cuenta su poderoso cañón de 120 milímetros, capaz de alcanzar un blanco en movimiento a cerca de cuatro kilómetros de distancia y sus visores de tiro nocturno de amplificación de luz y termocalóricos.
Según se afirma, Alemania construyó mil 800 para su Ejército, 445 para Holanda, 380 para Suiza, 353 para Grecia y 298 para Turquía y 282 para Suecia. A este selecto club de países desarrollados se sumaron luego Australia, Noruega, Finlandia y ahora Chile.
MISILES Y FRAGATAS
Por su parte, la Armada proyecta comprar 12 poderosos misiles anti-buque SM-39 Exocet para armar sus nuevos submarinos cuando estos estén operativos, confirmó hace algunos meses el jefe de la Armada, almirante Rodolfo Codina.
«Es un proyecto que estará establecido a futuro en nuestros submarinos. Aún no los tenemos y está programado que lleguen cuando éstos estén operativos», afirmó Codina a la prensa.
Con la adquisición, que forma parte del multimillonario programa de modernización de las Fuerzas Armadas, Chile será el primer país de América del Sur que dispondrá de este poderoso tipo de arma lanzada desde submarinos.
El SM-39 Exocet ya está en servicio con las marinas de Francia y Paquistán, y ha sido encargado también por Malasia e India, dos países que los desplegarán a bordo de sus submarinos Scorpene.
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El valor del contrato, adjudicado al consorcio europeo MBDA (fabricante de los Exocet) y que también incluye apoyo logístico para su mantenimiento, se mantiene en reserva.
El SM-39 es la versión del misil anti-buque que puede ser lanzada desde el tubo lanzatorpedos de un submarino sumergido. Una vez que alcanza la superficie, el proyectil se eyecta y toma una trayectoria aérea a muy baja altitud, usual en este tipo de armas.
La posición del blanco elegido es transmitida digitalmente al Exocet al momento de su lanzamiento desde el submarino. Con un valor aproximado de tres millones de dólares, el cohete tiene un alcance de 50 kilómetros y una velocidad de mil 100 km/hora.
La operación también incluye la compra de un centenar de misiles VL Seawolf Mk.2, destinados a equipar a las tres fragatas multi rol del Tipo 23 que el Gran Bretaña transferirá a Chile entre 2006 y 2008, en virtud de un contrato por 400 millones de dólares, firmado el año pasado.
El VL Seawolf Mk.2 es un sistema de arma de defensa anti-aérea y anti-misil de gran precisión, que según sus fabricantes puede interceptar una bala de cañón de 114mm, y que vuela a una velocidad superior a los dos mil km/hora.
El modelo representa la tercera generación de desarrollo de esta arma. La primera fue empleada con mucho éxito en 1982 por la Armada británica en el Atlántico Sur, durante el conflicto librado con Argentina por las Islas Malvinas.
El VL Seawolf Mk.2 es la variante más moderna del arma, que puede ser lanzada verticalmente desde silos montados en la nave plataforma.
En el caso de las fragatas Tipo 23 que Chile ha adquirido en Gran Bretaña, ellas llevan 36 de estos misiles defensivos instalados en un silo ubicado en la proa de estos navíos.
La Armada ya cuenta con misiles Seawolf, instalados a bordo de la fragata Almirante Williams comprada a Gran Bretaña en el año 2003.
La diferencia es que en el caso de la Williams los misiles son disparados desde dos lanzadores séxtuples ubicados a proa y popa de la fragata. Brasil también posee este tipo de arma.
Santiago de Chile, 28 de diciembre 2006
Crónica Digital
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