Para el jefe de la diplomacia chilena, pese a los últimos desencuentros -provocados por el aumento de los precios del gas y los mapas publicados por la Secretaria de Turismo trasandina- «existe voluntad de seguir trabajando juntos».
El anuncio lo hizo el secretario de Estado en declaraciones que reproduce hoy el diario El Mercurio luego de intensas reuniones sostenidas ayer por separado con representantes de las comisiones de Relaciones Exteriores del Senado y de la Cámara de Diputados.
Dijo que aunque el Campo de Hielo Sur -territorio de la Antártica en disputa por ambos países- es un tema importante para Chile, «no es el único punto que debe primar en las relaciones», que han caído al más bajo nivel desde la llegada de la presidenta Michelle Bachelet.
En esa línea, los dos gobiernos trabajan en el anuncio simultáneo que harán la mandataria chilena y su par Néstor Kirchner sobre el llamado a licitación internacional del ferrocarril trasandino y la pavimentación del paso Pehuenche.
Aunque todavía no hay fecha ni lugar, será dentro de los próximos 15 días, según ratificó el canciller, quien no descartó la posibilidad de que el acto pueda realizarse con ambos reunidos en algún punto del país, si bien esto último está en evaluación.
Las declaraciones fueron formuladas luego de un tenso intercambio del canciller chileno con los senadores Sergio Romero y Juan Antonio Coloma, de las derechistas Renovación Nacional y Unión Demócrata Independiente, fuertes críticos de la actuación del gobierno.
En el encuentro también participaron los también senadores Roberto Muñoz, del oficialista Partido Radical Social Demócrata y el socialista Jaime Gazmuri, miembros titulares todos de la Comisión de Relaciones Exteriores de la cámara alta.
Foxley estuvo acompañado por el subsecretario Alberto Van Klaveren; por el director de Política Exterior, Carlos Portales; por la directora de Fronteras y Límites, María Teresa Infante, y por el director para América del Sur, Juan Pablo Lira.
Los legisladores opositores mantuvieron todo el tiempo su posición crítica hacia el gobierno del presidente Kirchner y consideraron grave que los argentinos muestren en los mapas como su territorio el área no demarcada de Campo de Hielo Sur.
Insistieron en que Chile no ha sido firme para sustentar su posición y expresaron que tampoco se han cumplido tareas en esta área que debieron iniciarse en 1998, como diseñar una base técnica y jurídica para defender el territorio.
Los parlamentarios oficialistas acusaron a la derecha de tratar de sacar provecho político del incidente, en un fuerte cruce donde sus pares opositores atribuyeron la presunta debilidad gubernamental «a sensibilidades ideológicas» con el presidente Kirchner.
En la cita del canciller con los diputados también hubo críticas de la oposición y exigencia de mayor firmeza en el manejo de las relaciones con su vecino, pero el debate fue más calmado y de menor tensión, según fuentes del legislativo.
Foxley fue categórico al informar tanto a senadores como a diputados lo que hará el gobierno con Campo de Hielo Sur -agregaron-, que consistirá en seguir sosteniendo que los mapas argentinos no tienen ninguna validez jurídica.
El gobierno no apurará el proceso de la comisión mixta de límites, sino que se darán tiempo para defender esta tesis en todas sus dimensiones, sin permitir que las disputas limítrofes releguen la búsqueda de la integración en temas de interés mutuo.
Santiago de Chile, 6 de septiembre 2006
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