A horas de que el Tribunal Supremo de la DC inicie la sesión para evaluar las probables sanciones que podría ser objeto el Adolfo Zaldívar, los miembros de la Mesa directiva de la falange no ha cesado esfuerzo comunicacional para estigmatizar al senador colorin como un dirigente del ala derechista de la flecha roja y anti concertacionista.
La semana pasada el diputado alvearista, Jorge Burgos fue uno de los principales operadores políticos que instalaron en la opinión pública el tema que la permanencia de Adolfo Zaldívar en la Democracia Cristiana era incierta dado que las actuales posiciones del líder colorin se alejaba de la doctrina DC y no aportaba al fortalecimiento del conglomerado oficialista al negar su voto al proyecto del Transantiago.
Es más, dirigentes de las otras tiendas políticas de la Concertación también se han sumado a las voces críticas en contra de Zaldívar. Las más fuertes fueron las pronunciadas por los presidentes del PPD y del Partido Radical en la asamblea de Quilicura donde sin nombrar al senador de Aysén lo calificaron de desleal.
Esta semana se inició con el turno de otro de los dirigentes DC, el también hombre de confianza de Soledad Alvear y actual secretario nacional, Moisés Valenzuela, quien calificó como preocupante el rechazo de Zaldívar al financiamiento del Transantiago vinculado su decisión al voto de la Alianza por Chile.
Es preocupante, siempre lo va a ser, que un militante de la Democracia Cristiana, en el caso de mi partido, que un militante cualquiera de los partidos de la coalición termine obviamente opinando lo mismo que opina la coalición de oposición», sentenció Valenzuela.
En este sentido, el eje comunicacional instalado por los detractores del colorin es que sus votos son respaldos a la derecha sin querer abordar el tema de fondo planteado por Adolfo Zaldívar en la discusión del proyecto que inyecta 290 millones de dólares al Sistema de Transporte Público de Santiago.
Zaldívar planteó en su oportunidad que la entrega de estos recursos no aseguraba que el modelo instalado en febrero último resolvieran el problema de fondo. Es más, sostuvo que los nuevos recursos estaban destinados a subvencionar a los operadores privados y no resolvía los problemas de frecuencia y mejor calidad de servicio.
Acto seguido acusó a los ministros de Obras Públicas, Eduardo Bitran y de Hacienda, Andrés Velasco de ser los responsables políticos al convencer a la Presidenta Michelle Bachelet de dar el vamos a un sistema de transportes que no fue creado por la actual administración sino que fue heredado y amarrado, en su integridad por contratos, durante el gobierno del ex presidente Ricardo Lagos.
Cabe recordar que Zaldívar nunca estuvo en contra de entregar recursos al Transantiago. Es más fue uno de los impulsares junto al ex presidente Eduardo Frei de avanzar en un sistema de transporte estatal, idea que la mesa directiva de la DC rechazó en el Consejo Nacional donde se tomó la decisión de respaldar los fondos para el Transantiago. En esa misma instancia, se aprueba otra propuesta de Alvear que era permitir que Metro pueda operar en superficie y competir con los demás operadores privados.
En resumen, en este Consejo Alvear salió fortalecida ya que imponía su propuesta por sobre la de Eduardo Frei y, obtenía el voto político de aprobar los recursos del Transantiago y, la dejaba en un buen lugar frente a la Mandataria y su equipo político.
LA HORA DE ASUMIR LAS RESPONSABILIDADES
Hoy el Tribunal Supremo de la DC iniciará una sesión clave para el futuro del senador Adolfo Zaldívar en el partido. Sin embargo, están por verse las posibles consecuencias de una decisión u otra.
En el escenario que el Tribunal recomiende a la Mesa Directiva aplicar sanciones, la gravedad de las mismas podrían producir un quiebre en la DC. Si deciden expulsar al senador por Aysén es probable que este recurra a los Tribunales de Justicia para denunciar la ilegalidad de la medida instalando una crisis de magnitud que podría significar la renuncia de un sector de la DC.
Si ello se produce, a lo menos, esta fracción contaría con un senador, nueve diputados, unos quince alcaldes y varias decenas de concejales y dirigentes de base de la flecha roja. En resumen, la tendencia que encabeza Adolfo Zaldívar tiene más gente que el Partido Radical Socialdemócrata y más representación popular que el Partido Por la Democracia. Un tema no menor para el Gobierno.
Sin embargo, de no ser sancionado el díscolo senador por el Tribunal Supremo, provocaría una fuerte derrota política a Soledad Alvear y su equipo dado que al momento de negociar, con los demás partidos oficialistas o con el mismo gobierno, el voto de Zaldívar les penaría hasta el final.
Prueba de ello es la cómoda posición que hoy tiene Alvear al momento de proponer nombres tal como es el caso del ex ministro y ex embajador en Argentina, Edmundo Pérez Yoma para que llene uno de los cupos concertacionistas en el directorio de Televisión Nacional.
Por último, la gravedad de estos hechos es que la DC y los partidos de la Concertación buscan instalar una suerte de inquisición pública contra todos los militantes de sus filas que no se cuadren con las llamadas ordenes de partido, lo que significaría entregar el voto popular a las cúpulas políticas y controlar a los díscolos con las penas del infierno.
En este aspecto, el senador socialista Alejandro Navarro expresó que «ningún partido puede perseguir a sus legisladores, eso no es democrático y está fuera de todo entendimiento.
Por Roberto Portilla
Editor General Crónica Digital
Santiago de Chile, 25 de junio de 2007.
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