Nueva Delhi, 5 nov (PL) La rueca empleada por Gandhi para hacer más llevadera su prisión durante la guerra de resistencia pacífica al Imperio Británico se vendió hoy en 112 mil libras esterlinas (unos 180 mil dólares).
Durante una subasta en Shropshire, una localidad cercana a Londres, la casa Mullock también sacó 20 mil libras esterlinas de la venta del testamento del Mahatma, y aún pondrá a remate varios objetos, cartas y documentos pertenecientes o relacionados con el artífice de la independencia nacional.
Con esa «charkha» (en hindi, rueca), Gandhi hilaba y se confeccionada su propia y austera ropa cuando estuvo recluido en la cárcel de Yerwada (oeste de la India), una práctica que a menudo se describe como una forma de meditación.
En 1935 el prócer se la regaló al misionero metodista Floyd A. Puffer en reconocimiento a su labor educativa entre los indios.
El testamento data de 1926 y está escrito en la lengua natal de Gandhi, el gujaratí. Se le concede un valor histórico inestimable en tanto revela la proyección del pensamiento gandhiano y su visión sobre el futuro de la India.
Mullock vendió también por una elevada suma el anterior testamento del venerado luchador pacifista.
En febrero último, la casa subastadora liquidó en 115 mil libras esterlinas una carta de Gandhi, y poco después, en mayo le sacó otras 250 mil a una colección de efectos personales entre los que figuraban sus sandalias y un mantón.
Los indios suelen mirar con una mezcla de pesar, ira y resignación semejantes operaciones, pues aunque las consideran afrentosas a la dignidad nacional y a la memoria del Bapu («padre» en gujaratí), poco o nada pueden hacer desde el punto de vista legal para impedirlas.
En abril del año pasado, familiares de Gandhi expresaron su malestar porque Mullock sacó a remate un puñado de tierra y briznas de hierba ensangrentada tomadas del sitio donde cayó el Mahatma cuando fue asesinado en 1948.
Su nieta Tara Gandhi Bhattacharjee, directiva de varias instituciones encargadas de reverenciarlo y difundir su ideario, dijo que la subasta era «un gran error» en tanto ignoraba valores muy apreciados por Gandhi.
«Es irónico, porque él fue un minimalista clásico. ¿Qué sentido tiene la idea de poner a la venta los recuerdos de un hombre que fue un apóstol de la no violencia y la paz?», preguntó.
Pesarosa, Bhattacharjee apuntó que en medio de la globalización del ideario gandhiano, hay quienes han descubierto como explotarlo «sin que podamos hacer algo por impedírselo».
Tushar Gandhi, biznieto del mártir, calificó de abominable y sórdida la decisión de rematar unas gotas de su sangre seca y también lamentó no poder emprender una acción legal contra ese acto porque el puñado de tierra y las briznas de hierba eran propiedad privada, como los demás objetos.
Prensa Latina
Crónica Digital, 5 de noviembre 2013
