«De no mediar nuevos antecedentes por parte del gobierno peruano, nosotros no estamos dispuestos a reabrir una investigación que ya fue hecha, en un tema que teníamos zanjado», subrayó Walker.
En declaraciones a una radioemisora local en el marco de una visita que realiza a Israel, en canciller insistió, no obstante, en que el ánimo de Chile es mantener las mejores relaciones con el país vecino.
La Moneda intenta dar por superado el impasse con Perú surgido a partir de la denuncia de un ex alto jefe militar ecuatoriano la pasada semana sobre la presunta venta de armas chilenas a su país durante el conflicto fronterizo con Perú a en 1995.
Esa posición fue ratificada también la víspera por el ministro de Defensa, Jaime Ravinet, y canciller en funciones Cristian Barros durante un encuentro con los miembros de las Comisiones de Relaciones Exteriores del Senado y la Cámara de Diputados.
«Hemos afirmado en forma responsable que Chile durante el conflicto que empezó el 26 de enero de 1995 no hizo entrega de ningún tipo de armamento a Ecuador. Eso es claro y categórico», afirmó durante una reunión explicativa con los parlamentarios chilenos.
El encuentro tuvo como propósito salir al paso a declaraciones formuladas en Lima por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del congreso unicameral peruano, Gustavo Pacheco, que solicitó a Chile precisar la secuencia de los hechos.
«Primero, la venta fue hecha en septiembre de 1994; segundo, no han declarado las fechas de entrega, ¿una o cinco entregas, ¿municiones o aviones? Nos deben una aclaración», insistió Pacheco al ratificar las aprehensiones del gobierno y el parlamento de Lima.
El diferendo será tratado en la reunión de emergencia del mecanismo «dos más dos», que reunirá el 21 de abril próximo a los ministros del Exterior y de Defensa de Chile, Ignacio Walker y Jaime Ravinet, y de Perú, Manuel Rodríguez y Roberto Chiabra, respectivamente.
A pesar de las tensiones bilaterales, Barrios se mostró ayer confiado en que el encuentro «dos más dos» se desarrollará en un ambiente de cordialidad, donde ambos países podrán «conversar todos estos asuntos que permita dar por superado este engorroso asunto».
Al final del encuentro los parlamentarios chilenos expresaron también su respaldo a la posición adoptada por La Moneda en el conflicto.
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