La demora de su ratificación aparece como paradojal en la comunidad internacional, sobretodo, por ser nuestro país el promotor de la iniciativa y por haber vivido en carne propia la violación sistemática de los derechos humanos durante la Dictadura del general Augusto Pinochet.
La reunión de la comisión mixta del senado fue solicitada por parlamentarios de derecha, tenía como objeto evaluar las sanciones en cooperación y asistencia militar que Estados unidos aplicaría a cualquier país que ratifique el Tribunal Penal Internacional (PTI) ya que se niega al enjuiciamiento, por terceros países, de militares norteamericanos acusados por crímenes de lesa humanidad.
El senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Juan Antonio Coloma argumento su decisión de dejar pendiente la ratificación ya que, a su juicio, firmar el Tratado de Roma podría traer efectos negativos en materia de seguridad, por lo que hay que evaluar la dependencia del punto de vista de defensa que tiene Chile de Estados Unidos.
Al quedar sin acuerdo de comisión, para votar la reforma constitucional que faculta a Chile para reconocer la jurisdicción del TPl, la derecha busca dilatar la decisión política de sumarse al acuerdo internacional para lo cual ha solicitado invitar al general ® Juan Emilio Cheyre y al ex ministro de Defensa, Jaime Ravinet. Sin embargo el Ejecutivo ya ha manifestado su intención de resolver esta materia antes del mes de diciembre.
Por su parte el canciller Alejandro Foxley reiteró que el gobierno está en condiciones de afirmar que no hay nada comprometido desde el punto de vista de la seguridad del país ni del abastecimiento normal de armamentos, piezas y partes en el horizonte por delante, recalcando que no me parece que el ambiente en EEUU sea sancionar a un país que ellos mismos describen como uno de sus mejores amigos en esta parte del mundo.
Al ser consultado por esta nueva dilación de los representantes de derecha de la Comisión Mixta del senado, el Secretario de Estado dijo que el gobierno respeta los plazos y las instancias de reflexión que desea tomarse el congreso, pero advirtió que este es un tema que está instalado legislativamente desde 1998, o sea que llevamos 8 años discutiéndolo, hay 101 países que ya lo aprobaron y lo hicieron válido en sus legislaciones nacionales, estamos en una situación un tanto anómala, sentenció Foxley.
Recalcó que quisiéramos que esto ocurra en un plazo razonable de tiempo, no tenemos una particular urgencia pero tampoco esto puede dilatarse indefinidamente ( ) no hay ningún país sudamericano que no lo haya hecho, excepto Chile, y por lo tanto frente a la comunidad internacional aparecemos en una situación paradójica.
El ministro sostuvo que fuimos uno de los primeros países que impulsó la idea del TPI y el tratado de Roma y hoy somos de los últimos en sancionarlo en el congreso, entonces yo diría que en cierta medida estamos en deuda y que si bien no hay una urgencia de que tengamos que aprobarlo mañana tampoco es una cosa que podamos indefinidamente dilatar porque perdemos credibilidad en cuanto a nuestra fe en el multilateralismo que es la única forma en que un país chico se defiende de los intereses de los países grandes.
Santiago de Chile, 5 de agosto 2006
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