Uno de los organizadores de la actividad del viernes en la Iglesia La Viñita, en esta capital, Patricio Vejar, señaló a Crónica Digital que la Liturgia Ecuménica que realizaremos tiene como objetivo no sólo recordar a un mártir de la iglesia liberadora, sino también, recomenzar un proceso de confluencia entre las comunidades cristianas, el mundo social y político
Durante muchos años hemos esperado que los grandes cambios se produzcan en nuestro país, pero hemos visto que los hombre que postulan la cultura del dinero se han favorecido,comentó Vejar.
Para el dirigente social, en nuestro continente se viven cambios muy importantes, los cristianos junto a las comunidades indígenas y las fuerzas sociales, están produciendo cambios reales. Muchos de ellos son parte de gobiernos y pueden comenzar a realizar sus sueños. Eso una alegría para nosotros los chilenos y nos demuestra que también podemos lograrlo, sentenció.
Por último, el líder social invitó a los santiaguinos a participar éste viernes en la Iglesia La Viñita -Metro Estación Cerro Blanco – desde las 17 horas en un compartiendo un video y una taza de té. A las 18 .30 horas se realizará una introducción a la celebración de la palabra, para luego pasar a la liturgia ecuménica.
Quién era Oscar Romero
En la inicios de su vida sacerdotal, Romero fue considerado un hombre de conservadoras hasta su nombramiento como arzobispo de la capital salvadoreña en 1977, pronto sus sermones dominicales se convirtieron en un alegato apasionado en favor de los pobres y una denuncia contra la dictadura del general Carlos Humberto Romero y las brutalidades de las fuerzas armadas, policiales y parapoliciales («escuadrones de la muerte»).
La postura de Óscar Romero con su pueblo, comienza a ser conocida y valorada por el contexto internacional: el 14 de febrero de 1978 es nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Georgetown (EE.UU en 1979 es nominado al Premio Nobel de la Paz y en febrero de 1980 es investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Lovaina (Bélgica). En ese viaje a Europa visita a Juan Pablo II en el Vaticano y le transmite su inquietud ante la terrible situación que está viviendo su país.
En 1980 El Salvador vivía una etapa especialmente violenta en la que sin duda el gobierno era uno de los máximos responsables. La Iglesia calcula que, entre enero y marzo de ese año, más de 900 civiles fueron asesinados por fuerzas de seguridad, unidades armadas o grupos paramilitares bajo control militar. De todos era sabido que el gobierno actuaba en estrecha relación con el grupo terrorista ORDEN y los escuadrones de la muerte.
Romero fue asesinado en 1980 por un francotirador que pertenecía a los escuadrones de la muerte mientras oficiaba una misa en la capital salvadoreña.
La guerra civil que sufrió El Salvador entre 1980 y 1992, dejó como saldo unos 75 mil muertos, entre ellos 28 sacerdotes.
Santiago de Chile, 22 de marzo 2006
Crónica Digital , 0, 90, 19