Es la segunda vez en el último cuarto de siglo que América Latina y el Caribe atraviesan por un período de cuatro años consecutivos de expansión, afirma el informe del organismo de Naciones Unidas, que fue presentado aquí por su secretario Ejecutivo, José Luis Machinea.
El documento subraya, además, que el Producto Interno Bruto (PIB) de la región acumulará un aumento del 17,6 por ciento (4,3 anual promedio) y el per cápita registrará un alza del 12.
El crecimiento es generalizado en la mayoría de los países de la zona con rangos que oscilan de 3,5 a 6,5 por cientos. Sin embargo, Argentina, Venezuela y República Dominicana marcarán tasas superiores al 7,5, mientras Haití sólo bordeará el 2,5 por ciento.
En la conferencia de prensa, Machinea destacó que a pesar de un comportamiento sustancialmente mejor que el de los últimos 25 años, América Latina y el Caribe siguen mostrando un menor dinamismo que el conjunto del mundo en desarrollo.
Se espera que los países del Caribe, encabezados por Trinidad y Tobago -productor y exportador de petróleo-, crezcan un 6,3 por ciento, mientras América del Sur lo hará en 5,4, y México y América Central, en torno al 4,1.
Para el 2007 la CEPAL proyecta un crecimiento del PIB en torno al 4,5 por ciento, en el contexto de una moderada desaceleración de la economía mundial, según el alto funcionario.
Por otra parte, la región sigue mostrando un superávit en cuenta corriente, aunque con fuertes diferencias entre naciones.
El informe destaca en particular el impacto negativo sobre la cuenta corriente del aumento del precio del petróleo, especialmente en América Central y la mayoría de los estados del Caribe.
A este comportamiento se agrega la mejora en las cuentas públicas, lo que reduce la vulnerabilidad ante posibles perturbaciones externas, un hecho distintivo al cual CEPAL le atribuye gran relevancia, indicó Machinea.
A diferencia de lo sucedido en ciclos anteriores de crecimiento, esta vez los gobiernos han evitado las políticas fiscales expansivas, optando por la generación de mayores superávit primarios y por la cancelación de deudas.
Mientras, la continuada expansión de la economía mundial y la liquidez de los mercados internacionales de capital permitieron un crecimiento de las exportaciones y la mejora de los términos de intercambio para América del Sur, México y Trinidad y Tobago.
Aunque los restantes países del Caribe y los de Centroamérica enfrentaron un deterioro de sus términos de intercambio, fueron de los beneficiados junto con México del ingreso de divisas provenientes de las remesas enviadas por los trabajadores emigrados.
El informe advierte, sin embargo, que factores de incertidumbre en la economía mundial podría desacelerar el crecimiento global.
Menciona como señales perturbadoras la acentuación de la volatilidad de los mercados ante los temores de una aceleración de la inflación, el riesgo latente de una corrección traumática de los desequilibrios globales y el aumento del precio del petróleo.
A estos factores se suma la preocupación que genera la escalada bélica en Medio Oriente, y los peligros de un conflicto generalizado en esa región.
Por otro lado, la CEPAL destaca que el crecimiento repercutió favorablemente en los mercados de trabajo y la tasa de ocupación subió en 0,5 por ciento en 2005, para llegar al 53,6 de la población en edad de trabajar, aunque no pudo alcanzar lo logrado en 1997.
La tasa de desempleo cayó a 9,1 por ciento a fines de 2005 y esta tendencia continúa por debajo del 9,0 en el primer semestre de este año. Si bien es el nivel más bajo desde mediados de los 90, en la región hay todavía 18 millones de personas desempleadas, advierte.
Santiago de Chile, 26 de julio 2006
Crónica Digital/PL , 0, 43, 12