Que hacen de la soberanía, la recuperación y uso de los recursos naturales y su independencia económica banderas populares.
De lo que no hay dudas es que los modelos neoliberales están en retirada, la gente los sufrió y – aun se ven as consecuencias- optó por el cambio de signo ideólógico.
Acaso esa sea la lección, que los estragos de la década del 90 son tan evidentes que nadie que quiera llegar a ser presidente puede hablar alegremente del libre mercado, abominar de la intervención estatal y privilegiar la relación con Estados Unidos.
El año electoral comenzó con la segunda vuelta presidencial en Chile, donde una presidente socialista, Michelle Bachelet, derrotó al candidato de la derecha, el empresario Sebastián Piñera, dando continuidad así a los mandatarios electos por la Concertación de Partidos por la Democracia surgido luego de la dictadura pinochetista, una alianza que con cada vez más disputas internas, se mantiene el poder desde el año 1990.
Costa Rica eligió al Oscar Arias en febrero, luego de una ajustadísima y polémica contienda con Ottón Solís Fallas del Partido Acción Ciudadana, en la que apenas ganó por menos del uno por ciento de los votos (41 a 40,4). Arias había sido presidente en el cuatrienio 1986/90 y llegó con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos bajo el brazo, posibilidad que rechazaba la mayoría de la población tica.
Otro político que volvió a la presidencia de su país fue el converso ex socialdemócrata, ahora devenido en aliado de las clases altas y ricas de Perú, Alan García, que luego de salir en tercer lugar en la primera vuelta en abril, juntó el apoyo de los conservadores y superó en un ballotage al candidato nacionalista de izquierda Ollanta Humala, marcando las claras diferencias entre Lima, que optó por el hoy mandatario, y el interior serrano profundo del país andino.
El aliado incondicional de Estados Unidos en la región, Alvaro Uribe, ganó en Colombia apelando a su política de Seguridad Democrática que cada vez esta siendo más antidemocrática y avasallante de derechos individuales y colectivos. El autoatentado de septiembre atribuido a la guerrilla para boicotear un clima favorable al diálogo con las FARC dejó mal parado al gobierno, pero ya habían pasado las elecciones y ahora la oposición progresista, que quedó bien parada con el Polo Democrático, tendrá mucho para lograr de cara al 2011.
Unas elecciones claves y altamente sospechadas vieron ganador al ultraconservador Felipe Calderón en México, el 2 de julio, por apenas 240 mil votos en un electorado de 40 millones.
La Alianza Por el Bien de Todos encabezada por Andrés Manuel López Obrador denunció el fraude pero los organismos electorales dieron por ganada la contienda al candidato oficialista, luego de mas de dos meses de conjeturas de todo tipo. Los resultados no fueron reconocidos por los seguidores izquierdistas y ahora hay virtualmente hay un presidente en ejercicio y otro legítimo, tal cual dicen los simpatizantes izquierdistas.
Brasil ratificó la confianza en Ignacio Lula da Silva, que hoy asume su segundo mandato de cuatros años. El presidente que proviene del Partido de Los Trabajadores tuvo que diputar una segunda vuelta electoral a fines de octubre con Geraldo Alckmin, el candidato derechista que sorprendió al llegar al ballotage tras las denuncias de corrupción que se le imputaron a seguidores de Lula.
Al ganar por 60 por ciento de los votos, el ex trabajador metalúrgico se comprometió a seguir su política de hambre cero aunque se cree que moderará más su política económica para contentar a los sectores altos y de las finanzas.
El retorno del Sandinismo en Nicaragua abre una nueva etapa para el pueblo del país centroamericano. Daniel Ortega vuelve al gobierno luego de 16 años tras derrotar a dos candidatos pro Estados Unidos y tiene el deber de mejorar las condiciones de vida de la mayoría pobre y olvidada.
Más al sur, el país más pequeño de Sudamérica de habla hispana, Ecuador, vio como la ola Bolivariana se está extendiendo; allí un seguidor y amigo del mandatario venezolano Hugo Chávez llegó al Palacio de Carondelet. Se trata del economista Rafael Correa, quien con un discurso de rescate de la soberanía y de fuerte contenido social derrotó en forma clara a Alvaro Noboa, el empresario bananero más rico del país.
El último turno eleccionario fue el de Venezuela, el faro que muchas agrupaciones y partidos de izquierda miran para conformar el socialismo de Siglo XXI. Ni los apoyos externos a la candidatura del Manuel Rosales ni la tarea fina de los medios de comunicación en contra del gobierno impidieron que en elecciones inobjetables seis de cada diez votos fueran para Hugo Chávez, ratificando de esta manera el mandato hasta el 2012.
El año 2007 será un año tranquilo electoralmente, sólo Argentina elegirá presidente en octubre. Será el tiempo de consolidar hacia adentro los procesos de cambio en cada país y seguir construyendo la integración regional.
Por ggonaldi@prensamercosur.com.ar
Santiago de Chile, 1 de enero 2007
Crónica Digital/VA
, 0, 36, 11