En una proclama dirigida a la nación, el líder de la Revolución explicó que cedió también de manera provisional sus obligaciones al frente de programas estatales de carácter nacional e internacional sobre educación, salud y ahorro de energía.
Las funciones como Comandante en Jefe de las FAR, presidente del Consejo de Estado y de Ministros y primer secretario del PCC las asumió el primer vicepresidente, general de Ejército Raúl Castro Ruz, ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y segundo secretario del Partido.
De acuerdo con el comunicado, leído por Carlos Valenciaga,miembro del Consejo de Estado y jefe de despacho del lider revolucionario, su salud se sometió a un estrés extremo y se quebrantó, provocándole una crisis intestinal aguda con sangramiento sostenido.
Entre las razones de sus afecciones, el mandatario señaló «el enorme esfuerzo realizado» para visitar hace poco más de una semana la ciudad argentina de Córdoba y participar en la reunión del Mercado Común del Sur (MERCOSUR).
Igualmente, aludió a su presencia en la clausura de la cumbre de los pueblos en la histórica Universidad de Córdoba y la visita a Altagracia, ciudad donde vivió el Guerrillero Heroico, Ernesto Che Guevara, en su infancia.
Unido a esto, a su regreso al país, asistió de inmediato a la conmemoración del 53 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953, en las provincias (orientales) de Granma y Holguín, «días y noches de trabajo continuo, sin apenas dormir dieron lugar a que mi salud, que ha resistido todas las pruebas, se sometiera a un estrés extremo y se quebrantara», precisa la proclama.
«Esto me provocó una crisis intestinal aguda con sangramiento sostenido que me obligó a enfrentar una complicada operación quirúrgica», agregó Fidel Castro, al indicar que todos los detalles constan en radiografías, endoscopías y materiales filmados.
La intervención quirúrgica lo obliga a permanecer varias semanas de reposo alejado de sus responsabilidades y cargos, y «como nuestro país se encuentra amenazado en circunstancias como estas por el gobierno de Estados Unidos», tomó las referidas decisiones.
Además, delegó también provisonalmente, en los miembros del Buró Político del PCC José Ramón Balaguer (ministro de Salud Pública), José Ramón Machado Ventura y Estéban Lazo Hernández, sus funciones como impulsor principal de los programas nacionales e internacionales de Salud Pública y Educación, respectivamente.
Igual procedimiento adoptó con el miembro del Buró Político y secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, Carlos Lage, en lo referente al programa nacional de la revolución energética en Cuba y la colaboración con otros países en ese ámbito.
«Los fondos correspondientes para estos tres programas, Salud, Educación y Energético, deberán seguir siendo gestionados y priorizados como he venido haciendo personalmente», recabó el jefe de Estado.
Lage, el ministro presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón, y el canciller, Felipe Pérez Roque, quienes acompañaron a Fidel Castro en esas gestiones, quedarán a cargo de tales recursos y deberán constituir una comisión para ese objetivo.
El líder de la Revolución demandó «la mayor atención del Estado y la nación cubana» a la realización de la cumbre de mandatarios de los países No Alineados, a realizarse en La Habana del 11 al 16 de septiembre próximos, a fin de que sesione «con el máximo de brillantez en la fecha acordada».
Asimismo, rogó posponer para el próximo 2 de diciembre, cuando se cumplen 50 años del desembarco del Yate Granma, encabezado por él, la conmemoración de su 80 cumpleaños, «que tan generosamente miles de personalidades acordaron celebrar el próximo 13 de agosto».
«Pido al Comité Central del Partido y a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) el apoyo más firme a esta proclama», subrayó.
Fidel Castro dijo no albergar la menor duda de que el pueblo y la Revolución lucharán hasta la última gota de sangre para defender estas y otras ideas y medidas que sean necesarias para salvaguardar este proceso histórico.
«El imperialismo jamás podrá aplastar a Cuba, la batalla de ideas seguirá adelante», subrayó el mandatario, al dar vivas a la Patria, la Revolución y el Socialismo.
La proclama, firmada por el mandatario de su puño y letra a las 18:22, hora local, concluye con la emblemática consigna de Hasta la Victoria Siempre.
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