Hay un preacuerdo en todos los puntos, señaló Pedro Marín, secretario y principal vocero del gremio, quien indicó que la nueva propuesta será presentada a los trabajadores y sometida a votación mediante las urnas mañana.
«Si los trabajadores la aprueban, estaríamos reanudando las faenas el viernes», subrayó el dirigente, sin dar mayores detalles sobre el contenido del arreglo, que pondría fin a la mayor huelga de la Gran Minería chilena de los últimos años.
El vocero destacó que los detalles sólo podrían hacerse público después de que sean conocidos por los 2052 trabajadores afiliados al gremio, cifra que equivale al 97 por ciento de la plantilla de la mina.
Mientras, el gerente de Asuntos Corporativos de Escondida, Pedro Correa, indicó que «en este momento la solución a la negociación colectiva está en manos de los dirigentes sindicales».
Favorecida por las leyes laborales chilenas, el conglomerado de transnacionales que controlan el mayor yacimiento a cielo abierto del mundo había descartado el reinicio de las negociaciones hasta que los dirigentes sindicales se comprometieran a llegar a un acuerdo.
Los trabajadores reclamaban un aumento salarial del 10 por ciento y bonos por terminación de conflicto por unos 18 mil 600 dólares, una demanda que busca ajustar su situación laboral al momento que vive el mercado internacional donde los precios del cobre quintuplicaron.
De 0,67 dólares la libra que estaba en 2003, cuando se firmó el último contrato colectivo, el valor del metal rojo ha subido hasta poco más 3,40, lo que le ha permitido a la empresa obtener ganancias históricas, que este año puede llegar a seis mil millones de dólares.
Los dirigentes gremiales insisten en que sus reclamos significan apenas el uno por ciento de las utilidades que la transnacional minera se lleva de Chile, donde apenas pagan impuesto.
La última oferta de Escondida sólo alcanza el 4,0 por ciento de reajuste, pero aún condicionada a que el contrato sea firmado por cuatro años en lugar de dos como quieren los mineros, mientras ofrecen en bonos y préstamos alrededor de 17 mil 800 dólares.
Para Mauro Valdés, vice presidente de Asuntos Corporativos, esa sería la última que hagan y el gremio sólo tiene un camino: aceptarla en la mesa de negociaciones, y después defenderla ante la asamblea de los trabajadores, que deben aprobarla por votación secreta en urnas.
Las conversaciones informales de ayer se producen luego que el 20 de agosto se congelara el diálogo, tras el rechazo de los mineros a la última oferta salarial realizada por la firma.
La huelga ha reducido al 50 por ciento la producción de 3,5 millones de toneladas diarias de concentrados de cobre y al 20 la de cátodos, con pérdidas que fueron estimadas por los ejecutivos de la empresa de unos 15 millones de dólares diarios.
Santiago de Chile, 31 de agosto 2006
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