En ocasiones, la costumbre y el desgaste cotidiano vencen la ilusión. Entonces, los antes amorosos amantes ya no se besan, desconocen los deseos de su pareja; ni siquiera preguntan y de igual manera; tampoco piden gratificar los propios. Quizás porque esperan una negativa o una formal complacencia que tal vez sea peor.
Las fantasías se acaban y el repertorio de intercambios verbales en torno al ámbito erótico llega a su mínima expresión, comenta en entrevista el psicólogo Ángel Roca Perara, profesor de la Universidad de La Habana.
Cuando se alcanza este punto se está muy cerca del fin del amor, y se aterriza en un matrimonio árido, sin los chistes cómplices que tanto mitigan los conflictos, el cansancio del trabajo y las luchas de la vida. De a poquito, se entra en una rutina perneada por el agotamiento, como cuenta Isabel, una maestra jubilada quien una tarde de agosto, me hizo estas confesiones:
Son 30 años de matrimonio, y en vez de estar feliz por haber pasado tantos años junto a un hombre bueno, que aún está a mi lado a pesar de mi mal genio y mi obesidad, me siento triste. Casi 20 pasamos criando a tres hijos varones, pero ahora los chicos se fueron de casa, viven su propia vida, pero yo no logro vivir las mía.
Darle algún ritmo a mi matrimonio, sino a compás de salsa, al menos de danzón. Parece que cuando se descuida el matrimonio, no se mantienen ciertos arreglos como vacacionar solos de vez en cuando o mandar a los niños a casa de la abuela, el espacio entre él y tú termina por llenarse de telarañas. Y ahora no hallo el plumero para deshacerlas.
La moraleja de la experiencia de Isabel queda clara: La primera razón de existir de una pareja es su comunidad, su íntima satisfacción independientemente de los hijos–y si esta se acaba, todo lo demás es formal; van quedando como buenos y viejos amigos que envejecen juntos.
Hallar el deshollinador de telarañas, y no caer en la resignación y el conformismo, es una manera de demostrar que se está viva. Por demás, hay un listado que motivan a un cambio de giro en la alcoba, sobre todo si son compartidos y comentados en pareja:
1.- El sexo es divertido, excitante.
2.- Cuando la mujer lo practica produce doble cantidad de estrógeno, la hormona que mantiene la piel suave y da brillo al cabello, retarda el proceso de la osteoporosis y puede proteger contra la hipertensión.
3.- Elimina posibilidades de sufrir dermatitis, erupciones y manchas cutáneas: transpirar limpia los poros y es saludable para la piel.
4.- Al hacer el amor se pueden quemar hasta 560 calorías, y eso equivale a una agradable jornada de calistenia.
5.- Es uno de los ejercicios más completos que existen: entona todos los músculos del cuerpo.
6.- Es una cura instantánea para la depresión leve: hace circular la endorfina por el sistema sanguíneo, produciendo una agradable sensación de euforia y bienestar.
7.- El cuerpo sexualmente activo segrega más cantidad de sustancias llamadas feromonas, que atraen a otras personas con similares intenciones.
8.- El sexo mejora el rendimiento deportivo, pruebe.
9.- Un abrazo amoroso ayuda a tener más confianza en sí misma/o: saberse deseada/o es suficiente para quererse más.
10.- Es el mejor tranquilizante del mundo, diez veces más efectivo que Valium, Diazepam, etc.
11.- Besar a diario aleja del consultorio dental: estimula la saliva, que elimina partículas de comida de los dientes, hace disminuir el nivel ácido que causa las caries y la placa dental.
12.- Alivia los dolores de cabeza, al relajar la tensión que constriñe los vasos sanguíneos cerebrales.
13.- El sexo es un antihistamínico natural: puede destapar una nariz bloqueada.
14.- Practicado con regularidad, mejora notablemente la salud mental; saca a relucir las emociones, incluso la risa que alivia el estrés, eliminando el exceso de adrenalina.
15.- El frecuente contacto sexual hace los labios más deseables: les da mejor forma, color y apariencia.
16.- Si padece insomnio no tome píldoras: los cambios bioquímicos que ocurren durante el acto sexual provocan lasitud y sueño enseguida.
17.- Uno de los mejores antídotos para la tensión nerviosa es hacer el amor: elimina el pánico y la ansiedad, estará menos irritable y le afectará menos la rutina diaria.
18.- Las noches de pasión mitigan la amenaza de problemas cardíacos, siempre y cuando no vengan después de una opípara cena.
19.- Hacer el amor puede aliviar la artritis, mejora la circulación y la producción de glóbulos rojos.
20.- Ayuda a prevenir la celulitis al activar el tránsito en el cuerpo del fluido linfático, que se encarga de eliminar bacterias, toxinas y otras sustancias que se acumulan especialmente en los muslos.
Como sentencia el viejo refrán: No deje para mañana lo que puede hacer hoy.
Por: Aloyma Revelo de Revista Mujeres.
Santiago de Chile, 13 de septiembre 2006
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