El Libertador aludía así al fracaso de su propuesta de integración regional, cuyo renacimiento en una proyectada Unión del Sur marca hoy la conmemoración de los 223 años de su nacimiento, ocurrido el 24 de julio de 1783.
Este espíritu lo puso de manifiesto el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, cuando en la reciente cumbre del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) comparó los nuevos aires del bloque con un parto y un renacer del proceso de integración.
El foro sirvió para el ingreso de Venezuela como miembro pleno, hecho calificado por expertos de muy significativo ya que retoma la verdadera conciencia de la Patria Grande, esbozada desde el siglo XIX.
En tal sentido Chávez compartió el criterio del dignatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, de asumir las tareas unionistas con paciencia, y auguró avances hacia un megaestado en América Latina incluidos constitución y moneda comunes.
Con el ingreso de Venezuela, el MERCOSUR representa en la actualidad el 78 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) regional, y confirma a la institución como avanzada del movimiento integracionista y polo de poder mundial.
Uno de los propósitos conque Venezuela ingresó es propiciar la reformulación del objetivo comercial y darle un contenido más social a la organización, para convertirla en impulsora de un proceso de complementación económica y eliminación de asimetrías.
Durante un Seminario Latinoamericano sobre Seguridad Regional efectuado en Caracas, parlamentarios, altos cargos castrenses y académicos coincidieron en que la integración en la vertiente militar es otro concepto con suficiente consenso.
Los ponentes en el foro concordaron en el criterio de que la región sudamericana adopte, impulse y defina su propio sistema de seguridad como un desafío insoslayable porque las soluciones están en la cooperación internacional.
Rafael Correa, secretario general del Parlamento Latinoamericano, presentó el trabajo «Integración Militar Latinoamericana» en el cual hizo un recorrido histórico acerca de este aspecto abordado por Simón Bolívar.
«Esta visión de Bolívar -enfatizó- está presente en la iniciativa unionista de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) promovida por Venezuela y Cuba, frente a la propuesta del ALCA desplegada por Estados Unidos».
El concepto del ALBA abarca más allá de la América del Sur e incluye regiones como el Caribe y Centroamérica, beneficiadas también por el concepto de sustituir competencia por cooperación que dio lugar también a Petrocaribe.
La empresa que abarca a los países caribeños y se proyecta también hacia Centroamérica responde a los mismos principios integracionistas, al suministrar petróleo en condiciones favorables y sin condicionamientos políticos.
La vocación bolivariana del actual gobierno venezolano incluye los símbolos patrios del país, que en el caso de la bandera y el escudo nacional fueron objeto de una reforma aprobada por la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral).
Al pabellón tricolor se le añadió una estrella más al remitirse las autoridades legislativas a un decreto emitido por Bolívar en 1817, para representar a la provincia de Guayana tras la campaña liberadora.
Traída a estos días en los que se rescata la memoria histórica de Venezuela, la nueva estrella es vista por muchos en el país sudamericano como alegoría al propio Libertador y su pensamiento integracionista para América Latina, retomado hoy con fuerza.
Por: Wilfredo Alayó, periodista de Prensa Latina en Venezuela.
Caracas, 23 de julio 2006
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