En cada uno de los diálogos, los presidentes Evo Morales (Bolivia), Luiz Inacio Lula Da Silva (Brasil Michelle Bachelet (Chile), Nicanor Duarte(Paraguay), Bharrat Jagdeo (Guyana), Alan García (Perú), Tabaré Vásquez (Uruguay) y Hugo Chávez (Venezuela), apuntaron hacia la necesaria integración.
También Carlos Serrano (vicepresidente de Ecuador), Daniel Scioli (vicepresidente de Argentina), y María Roque (ministra de Desarrollo Social de Panamá), sostuvieron contactos con similares fines.
Otros contactos se produjeron entre María Consuelo Arauco (canciller de Colombia), Jorge Champenter (viceministro para Asuntos de Latinoamericana de México), y Rubén Ramírez (canciller de Paraguay) en representación de los presidentes de estos países.
Igualmente se sumaron al llamado de unidad continental los presidentes electos de Ecuador, Rafael Correa, y de Nicaragua, Daniel Ortega.
En la apertura de las sesiones plenarias en el Centro Simón Patiño, Morales, en su calidad de anfitrión, abrió los debates con la invitación a la construcción de la Patria Grande y avanzar hacia la resolución de los problemas históricos que afectan a la región.
La jornada de inauguración estuvo signada por los reclamos de complementariedad a partir de la voluntad de los gobernantes de dejar atrás discursos vacíos y trazarse mecanismos de control de los acuerdos que se suscriban en la central ciudad de Cochabamba,
El mandatario boliviano reconoció a los jefes de Estado por acompañar el proceso que lleva adelante, pero lamentó que «cuando se intenta resolver los problemas no faltan la codicia, la envidia para que no pueda avanzar el proceso de cambio».
Sobre los actuales proyectos de integración, Morales manifestó la disposición de achicar las asimetrías y la voluntad de su gobierno de incorporarse incluso al Mercado Común del Sur (MERCOSUR) y solicitó a Venezuela valorar su reintegración a la Comunidad Andina de naciones (CAN).
El brasileño Lula da Silva instó a que los acuerdos que firmen a nivel de las cumbres presidenciales no sean simples papeles que se pierdan en la burocracia de los países, sino que se hagan realidad.
También destacó el hecho de que la Comunidad Sudamericana se inscriba en el marco de una integración solidaria y que tenga en la lucha contra la pobreza y la exclusión sus principales objetivos, un proceso enlazado con los movimientos sociales.
Lula expresó la necesidad de darle continuidad de estas cumbres y anunció la próxima en 2007 en Colombia, siguiendo el orden alfabético.
A su turno, la presidenta chilena Michelle Bachelet, insistió en los proyectos sociales de la integración, y el reto de que los gobiernos se tracen metas medibles y concretas en esa materia.
Asimismo señaló la urgencia de una mayor conectividad y comunicación entre los Ejecutivos de la región.
El paraguayo Nicanor Duarte reafirmó la disposición de crear una confianza mutua como base de la fundación de la Comunidad Sudamericana.
Duarte también felicitó a Morales y al pueblo boliviano por protagonizar un proceso de cambios de carácter histórico por incluir la nacionalización de los hidrocarburos.
El peruano Alan García llamó la atención de los dignatarios sobre la necesidad de incluir en la Declaración Final de la Cumbre un proyecto más amplio en materia de educación.
En una de las intervenciones más aplaudidas, el presidente venezolano, Hugo Chávez, destacó su satisfacción por sentirse acompañado en planteamientos que antes defendía en solitario, como la necesidad de estar unidos ante el empuje imperialista.
Chávez fustigó los tratados de libre comercio impuestos a países de la región por Estados Unidos, y abogó porque la nueva integración sea justa y equitativa, sobre la base de la cooperación.
El líder bolivariano destacó que la vuelta del nicaragüense Daniel Ortega al poder es una señal clara al mundo y a la Cumbre Sudamericana de un proceso de cambios profundos.
Asimismo catalogó a la globalización como un desastre, por ser la tesis del imperialismo unipolar, cuyos modelos quiere imponer a los países del Sur.
En ese sentido, instó a estudiar si en la etapa actual de mayor integración, los actuales mecanismos como MERCOSUR y la CAN son viables, y propuso formar una comunidad que se denomina UNASUR, Unidad de Naciones del Sur.
Los vicepresidentes argentino, Scioli, y el ecuatoriano, Serrano, saludaron a Morales y la CSN a nombre de sus respectivos jefe de Estado, Néstor Kirchner y Alfredo Palacios.
Ambos coincidieron en que la integración regional es una realidad irreversible y única vía para resolver los problemas más acuciantes de la región.
A su turno, la canciller colombiana, María Consuelo Arauco, reconoció el trabajo en equipo en las diferentes temáticas que se ha propuesto la CSN, estilo que deberá identificar los futuros proyectos integracionistas.
La Cumbre Sudamericana concluye este sábado en el estadio Félix Carriles, con un multitudinario acto popular en el que estarán presentes más de cuatro mil delegados al Foro Social por la Integración de los Pueblos, celebrado de manera simultánea en Cochabamba.
Cochabamba, 9 de diciembre 2006
Prensa Latina , 0, 62, 11