Hacia una nueva ética del aborto» de la teóloga presbiteriana estadounidense Beverly Wildung Harrison, en el cual se señala que el derecho de la mujer a la autodeterminación y a decidir la procreación, incluyendo el acceso al aborto, son bienes sociales a los cuales tienen derecho las mujeres de todas las razas y estratos económicos para construir una sociedad más
equitativa, libre y justa.
Al acto de presentación del trabajo, realizado en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Hareles de Coyoacán, participaron la autora, Frances Kissling, ex religiosa fundadora de «Catholics for a Free Choice» en Estados Unidos; Chery White, profesora del Seminario Metodista de México; María Van Doren, religiosa misionera del Inmaculado Corazón de María; y María Consuelo Mejía, directora de «Católicas por el Derecho a Decidir» de México.
Beverly Wildung señaló que la capacidad de las mujeres para dar forma a su poder reproductivo, en lugar de ser un accidente biológico, debe ser un bien social utilizado en su beneficio, y añadió que ninguna sociedad puede considerarse moralmente apta si no organiza su vida para fomentar la existencia y propagación del derecho a decidir la reproducción.
En ese sentido, la teóloga añadió que los actuales no son tiempos prometedores para mejorar la calidad de vida de gran parte de las
mujeres en el mundo, pues una anticoncepción más segura, mayor seguridad socioeconómica, un apoyo más fuerte para la crianza de los hijos, la disminución de la brutalidad racial, así como la reducción de la violencia contra las mujeres, «no se vislumbran en el horizonte cercano».
Asimismo, responsabilizó al sistema patriarcal de la exclusión y discriminación de la que han sido objeto las mujeres a lo largo de la
historia.
Por su parte, María Consuelo Mejía calificó al libro como «valiente y comprometido», puesto que aborda responsablemente la tarea de escribir sobre un tema complejo y controvertido como el derecho a decidir la
reproducción.
Subrayó que la obra de Wildung Harrison cuestiona la negativa ancestral hacia las mujeres para tener el derecho de decidir su reproducción, aunado a que defiende su integridad y libertad implícitas en este bien social.
«Además, pone en evidencia las premisas ocultas que han negado a las mujeres su derecho libre e informado en torno a la procreación», agregó.
Con todo, manifestó que «el poder hoy está en manos de las mujeres y por ello el panorama para América Latina es muy esperanzador» para los derechos de la mujer en la región.
Ciudad de México, 31 de marzo 2006
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