En declaraciones exclusivas a Crónica Digital la ex ministra del Trabajo del Presidente Salvador Allende, Mireya Baltra, dijo de su amiga Vilma Espín que fue una gran luchadora por la libertad de su pueblo. Vilma, fue una visionaria, ella siempre puso en el centro de la discusión el tema de género. Hoy podemos ver como son respetados los derechos de la mujer en Cuba.
Baltra, reveló que conoció a Espín en 1959, cuando llegó una delegación de mujeres cubanas a Chile, En el hotel Carrera nos reunimos cientos de mujeres con ella para conocer mejor sobre el triunfo de la Revolución cubana y la participación de la mujer en ese proceso.
Desde ese momento nos hicimos muy buenas amigas. Vilma conoció mi lugar de trabajo, un kiosco de diario que estaba ubicado en Matías Cousiño con Moneda. En esa vista, nos comentó lo feliz que era, no sólo por ser parte de la naciente revolución cubana, sino también por ser muy pronto madre de su primer hija, Devora.
Baltra, evocó a la dirigente política, a la madre y esposa. Fue una mujer integra, solidaria con las luchas del pueblo y de la mujer chilena, Vilma, como millones de mujeres cubanas solidarizó con los miles de exiliados, como madre y presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, ayudó la las madres, esposas, hermanas y abuelas, que tenían a los suyos presos, ejecutados o detenidos desaparecidos en nuestro país.
La ex secretaria de Estado, recordó que V¡lma Espín, fue la creadora del Frente Continental de Mujeres contra la Intervención, después de la invasión norteamericana en Granada en 1982.
Junto a la comandante Doris Tijerino de Nicaragua y a decenas de líderes femeninas dimos una férrea batalla contra la Casa Blanca y sus aspiraciones de derrocar la naciente Revolución nicaragüense, pero también desde esa trinchera, denunciamos a las dictaduras militares de asolaban nuestra América Latina.
Baltra, señaló que en esos años, desde el exilio, fue una de las cientos de líderes femeninas que se unieron en el Frente Continental de Mujeres contra la intervención, como Secretaria Ejecutiva de la entidad latinoamericana, con sede en La Habana, recibí la permanente solidaridad de las hermanas cubanas con la lucha de las mujeres nuestro pueblo contra la dictadura de Augusto Pinochet.
La ministro del gobierno de Salvador Allende, recuerda como las mujeres latinoamericanas, a invitación de Espín, fueron uno de los motores para luchar contra la deuda externa.
En los años 80 del siglo pasado, Fidel Castro demostró como los pueblos al sur del río Bravo tenían deudas impagables con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Club de París, entre otros. Junto a Vilma, ante esas cifras, demostramos como las mujeres de nuestro continente tenían que sobrevivir, dando alimento, educación y cariño a sus hijos, subrayó.
En lo personal, Vilma Espín, fue una gran amiga y compañera de ruta, En La Habana o en cualquier lugar que nos encontrábamos nos dábamos el tiempo para hablar sobre nuestras familias, nuestros hijos y amistades comunes. Ella me visitaba cuando mis hijos estaban de cumpleaños, recuerda con voz entrecortada una de las líderes históricas de la izquierda chilena.
Cuando ingresé clandestinamente a Chile, Vilma me deseó suerte y sostuvo siempre que mi aporte a la lucha por la democracia iba a ser importante y fundamental. Hoy Vilma no está entre nosotros, pero su legado es un ejemplo vivo en estos tiempos azarosos de confusión política y dispersión, apuntó.
Como dije, fue visionaria, incorporó hace más de cuatro décadas el problema de genero en las políticas del estado cubano Sostuvo siempre que los derechos de las mujeres debían ser respetados y por sobre todo, defendió a la familia y en especial a los niños, en lo que tradujo en el Código de la Familia. El pueblo cubano, como las latinoamericanas y caribeñas, así hoy se lo agradecemos. Su ejemplo perdurará siempre. Y podemos decir, que ella vivirá en cada lucha de los procesos revolucionarios y democráticos del continente, finalizó.
Santiago de Chile, 19 de junio 2007
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