La tragedia, donde murieron cinco personas y otras 20 resultaron heridas -en su mayoría jóvenes-, coincidió con los preparativos de la coalición gobernante para un gigantesco acto de cierre de campaña que se efectuaría hoy en las afueras del Cerro Santa Lucia y que tuvo que ser suspendido, aunque se supo que podría haber uno en el ex Congreso Nacional.
En la publicación de hoy del diario conservador La Tercera, el accidente y sus efectos en los electores es objeto de un cuidadoso escrutinio de los estrategas de campaña para saber en qué medida suben o bajan las opciones de sus candidatos respectivos.
La información sobre el accidente a escasos días de las elecciones tuvo un fuerte impacto emocional en los medios nacionales, extranjeros y en la opinión pública. La televisión mostró profusamente a una Bachelet llorosa en el lugar de la tragedia o vestida de médico visitando a los heridos en la Posta Central.
La ex ministra de Defensa tenía previsto para hoy cerrar su campaña con un masivo acto en el mítico cerro Santa Lucía, con la presencia de mas de mil 500 invitados especiales, incluyendo al presidente Ricardo Lagos y la Primera Dama argentina, Cristina Fernández.
La invitación a la esposa del presidente Néstor Kirchner, con quien comparte una estrecha amistad, había creado una gran expectativa y fuertes críticas de la oposición de derecha, que lo veían como una intromisión del vecino país en la campaña electoral chilena.
De acuerdo con La Tercera, en el comando de Bachelet admiten hoy que la tragedia permitió sacar de la agenda el elemento perturbador que provocaba la presencia de la senadora argentina y potenció «la conexión emocional de la candidata con el electorado».
En el bando opuesto, los seguidores de los derechistas Joaquín Lavín y Sebastián Piñera -que discuten entre ambos quien enfrentaría a Bachelet en una eventual segunda vuelta electoral- asumen que el trágico accidente marca un punto de inflexión en la campaña.
Por lo pronto, la magnitud de la tragedia y la suspensión del acto fue el único tema de discusión en los comandos de los candidatos, en el gobierno y el mundo político en general en medio de la tensión por los resultados que arrojarán las urnas el próximo domingo.
En el equipo de Bachelet decían que por el momento esa preocupación era secundaria ante a la urgencia de establecer los alcances del accidente, que convocó de inmediato a sus principales figuras para establecer la estrategia a seguir en la recta final de la justa.
«Todo se hará en forma muy sobria», dijo un cercano colaborador de la candidata, quien sin minimizar la dimensión humana de lo ocurrido, admitió que el cambio de agenda «es positivo desde el punto de vista político».
Las razones: cambia la agenda del acto de cierre -marcada por críticas a la visita de Cristina Kirchner- y potencia la conexión emocional de la candidata con el electorado, considerada su mayor capital.
Ahora está en evaluación es si se realiza un acto de cierre simbólico en la sede del ex congreso, aunque para ellos está claro que en vez de la repercusión de la concentración final, el jueves 8, a dos días de la votación, el funeral de las victimas copará la cobertura de prensa.
Según el diario, factores como ese provocaron nerviosismo -sobre todo- en el comando de Piñera, consciente de que un alza de Bachelet afecta principalmente al candidato de Renovación Nacional, considerado ya su principal contendiente en una potencial segunda vuelta.
En este sentido, una agenda marcada por los funerales y la suspensión del acto de cierre -que en la de derecha evaluaban como nocivo para Bachelet por la presencia de la Primera Dama argentina- obligan a la oposición a cambiar de planes.
Santiago de Chile, 7 de diciembre 2005
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