Defensores de los derechos humanos, así como familiares, algunos de los cuales viajaron desde Lima, convocaron a los peruanos residentes en esta capital a concurrir solidariamente a la audiencia judicial.
Acusado de 12 casos de corrupción y violación de derechos humanos, Fujimori (69) lleva dos años en Chile a la espera de un dictamen final sobre su caso, aunque en julio pasado, fue rechazada en primera instancia su extradición al Perú.
Hoy, la Corte Suprema escuchará los alegatos de los abogados del Estado peruano y de la defensa de Fujimori, sin plazo fijo para comunicar la resolución final.
Según juristas locales, son sólo tres las variantes del futuro inmediato de Fujimori: primero, lo que esperan los familiares de las víctimas, que la Corte Suprema acoja finalmente el pedido de extradición y, en un proceso más o menos rápido, lo envíe a Lima.
Otra posibilidad, también polémica, agregan las fuentes, es que la Corte Suprema ratifique el rechazo a la extradición y, entonces, el ex mandatario o se quede -sin juicios pendientes- en Chile o viaje a otro país, como Japón.
Un sondeo tomado poco antes de darse la decisión en primera instancia el mes pasado señaló que el 93 por ciento de los encuestados considera que Fujimori debe ser extraditado.
Fujimori renunció vía fax en el 2000 y se refugió en Japón para luego, en noviembre del 2005, viajar a Chile, donde fue brevemente detenido. Aquí vivió casi dos años en plena libertad, con la sola restricción de no abandonar el país.
Santiago de Chile, 21 de agosto 2007
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