El hígado, tan pequeño como una moneda, podría ser útil para probar la efectividad de nuevas drogas y disminuir el número de experimentos realizados con animales.
Además, esa técnica serviría para desarrollar órganos de tamaño normal que puedan ser utilizados en transplantes y minimizar el riesgo de rechazo del organismo, señalaron los autores del experimento.
En un período de cinco años, el tejido artificial hepático también se aprovecharía para reparar un órgano dañado por lesiones, abuso de alcohol o sobredosis de paracetamol.
El equipo británico en colaboración con colegas estadounidenses cultivó las células madre extraídas del cordón umbilical de un bebé recién nacido en un biorreactor desarrollado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
Ese aparato, explicaron los investigadores, es empleado para reproducir los efectos de las células humanas y catalizar el desarrollo de las células estaminales.
Después los científicos añadieron hormonas y caldos de cultivos para obligar a las células madre a transformarse en tejido hepático.
«Esto constituye un gran avance para el tratamiento de múltiples enfermedades. En el caso de las dolencias y trastornos hepáticos tiene el potencial de tremendos avances», indicó Alison Rogers, director ejecutivo del organismo British Liver Trust (BLT).
Londres, 31 de octubre 2006
Prensa Latina , 0, 324, 10