El documental fue estrenado en el 2001 en Cannes y luego reconocido en los festivales de Marsella y San Francisco, entre otros.
La película relata la paradójica detención del ex dictador chileno en Londres por orden de un juez español.
Primero, vi a un dictador que era incapaz de dar la cara, acorralado por lajusticia y que fue haciéndose cada día más pequeño.
También vi y filmé a mis compatriotas divididos en dos bandos completamente irreconciliables, dijo Guzmán en una ocasión.
Filmé bastante a las víctimas, la mayoría de ellas mujeres, llenas de confianza en el futuro. Es algo que nunca olvidaré, es lo que más me impresionó, agregó.
Guzmán muestra entrevistas y testimonios que permiten construir todo el proceso que rodeó la detención de Pinochet en Londres y, según los críticos, «recorre el complicado y engorroso proceso que, dos años antes, iniciara el joven fiscal madrileño Carlos Castresana».
Este -dijeron- descubrió un artículo que permitía a la justicia española actuar en cualquier país donde hubiera delitos de genocidio, terrorismo y tortura y puso una denuncia contra los militares argentinos y otra contra Pinochet.
El ex dictador estuvo 503 días detenido en su casa en las afueras de Londres, hasta que el gobierno chileno pidió su libertad y el británico le dejó tomar el avión «por razones de salud».
Cuando Pinochet llegó a Chile, encontró numerosas denuncias que reiteraban la acusación por los crímenes cometidos. Eran más de 200
querellas que se habían gestado durante su ausencia.
Después de muchos trámites, la Corte Suprema finalmente le retiró la inmunidad parlamentaria y, en el 2001, el juez Juan Guzmán ordenó el arresto domiciliario de Pinochet.
Santiago de Chile, 4 de enero 2007
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