El gobernante boliviano que participó en los actos por la investidura de Michelle Bachellet como presidenta de esta nación, agradeció al pueblo chileno el buen trato brindado fuera y dentro del Congreso.
Insistió en que la recepción que ha tenido en el país, lo hace confiar en que los problemas bilaterales se resolverán.
Durante los encuentros con la prensa y los propios chilenos, Morales reiteró su disposición al diálogo para superar décadas de conflicto por la mediterraneidad boliviana, decretada tras la Guerra del Pacífico (1879-1883).
En torno a este tema, Morales expresó que «nunca habría imaginado que el pueblo chileno también reclamaría mar para Bolivia».
El gobernante admitió que desea terminar su mandato con una salida de Bolivia hacia el mar, lo que se lograría a través del diálogo, la participación del pueblo, y tal vez con la mediación de la comunidad internacional.
Por otra parte, el líder boliviano manifestó sus expectativas sobre la posibilidad de que su país llegue a acuerdos energéticos con Chile.
Los problemas sociales y económicos de las mayorías latinoamericanas hay que resolverlos en el marco de la solidaridad y reciprocidad, pues los recursos naturales deben ser no sólo para un pueblo, sino para todos, afirmó Morales.
Esta es la primera visita del presidente electo de Bolivia al extranjero como jefe de Estado y la primera de un gobernante de esa nación del altiplano a una investidura en Chile. Los dos países no mantienen relaciones diplomáticas desde 1978.
Santiago de Chile, 12 de marzo 2006
Crónica Digital/PL , 0, 52, 3