La IC, como es conocida popularmente nace producto de un gran debate en la Democracia Cristiana a fines de los años 60, principalmente, en las elecciones del 69, cuando un grupo de jóvenes DC en plena campaña presidencial del abanderado de la falange, Radomiro Tomic, buscaban una cercanía con los postulados de la iglesia liberadora y la doctrina social, que por esos años, recorría América Latina de la mano del cura guerrillero Camilo Torres.
Tras, la derrota de Tomic en las elecciones y el triunfo del representante de la Unidad Popular, Salvador Allende, el sigma en la DC no tardaría mucho en llegar. El 24 de octubre de la mano de Bosco Parra y otros líderes de la DC, se conforma oficialmente la Izquierda Cristiana. Colectividad que no tardaría en sumarse al gobierno de Allende e iniciar un trabajo en el mundo estudiantil y poblacional.
Durante, los mil días del gobierno de Allende, la IC fue la bisagra entre los partidos Comunista y Socialista, -principales fuerzas de la UP- y sectores de la iglesia popular y medios de la sociedad chilena.
Aunque la IC y sus militantes conocidos como icaritos fueron activistas en la tarea de cumplir con los objetivos trazados del gobierno de Allende. Esa colectividad se consolidaba como una fuerza política que buscaba representar a bastos sectores de la sociedad chilena.
Con sus nueve diputados, -que inmigraron desde la DC- fueron en el Parlamento uno de los baluartes del presidente Allende y junto a comunistas, socialistas y otros sectores políticos: la voz de los sin voz.
Primeros caídos de la IC tras el golpe militar de 1973
La mañana del 11 de septiembre de 1973 marcaría a sangre y fuego a los chilenos y chilenas. Los militantes de la UP se esforzaron en organizar la resistencia. La IC no estuvo ajena a esa tarea.
Sus militantes no corrieron a refugiarse, por el contrario, organizaron la resistencia en poblaciones y centros de trabajo. Un ejemplo de ellos, fue el caso del gobernador de Constitución, Arturo Riveros, quién fuera elegido por una asamblea popular en el cargo y, que desde el 11 de septiembre organizó la defensa del gobierno popular.
El 14 de ese mes, Riveros fue detenido y hoy su nombre es uno de los miles que fueron desaparecidos durante el régimen militar (1973-90). Unos meses después, Jorge Pacheco, militante juvenil de IC fue asesinado en el regimiento Buin en diciembre 1973.
Aunque los militantes de los partidos de la Unidad Popular fueron perseguidos, detenidos por miles en centros de concentración, los que permanecían en libertad, se refugiaban en las parroquias de los sectores populares a los largo de todo el país.
La tarea de abrir esos espacios, fue vital para mantener vivos a las a las colectividades políticas. La IC cumplió una gran tarea en ese plano, sus vínculos con la Iglesia Católica y los sectores progresistas de la DC, ayudaron sobremanera a proteger en un primer momento a los perseguidos y luego a organizar la lucha contra la dictadura de Augusto Pinochet.
Los comprando juntos, las ollas comunes, los comités de allegados, la participación en las comunidades cristianas de base, centros culturales y centros de recreación infantiles en las poblaciones del país, fueron los primeros pasos de la organización popular. La IC fue un aporte para que el PC, el MIR y el PS, se refugiaran y fueran un aporte a la organización popular.
La relación del régimen con la iglesia del Cardenal Raúl Silva se descomponía cada día. El pastor de la Iglesia Católica ordenaba abrir las puertas de los templos y acoger al pueblo que sufre.
La relación del Cardenal con los partidarios de la derrotada Unidad Popular se afianzaría con los años y aprenderían juntos a enfrentar a la dictadura militar.
La IC logró no sólo sobrevivir, sino también organizarse y crecer. Cuando Pinochet impone la actual Constitución Política, (1980) las fuerzas ya divididas de la UP- salen a las calles y muestran a los chilenos sus distintos proyectos políticos.
El partido de la bandera azul – celeste, se incorpora junto a sectores socialistas que se habían divido en el exterior, que junto al Mapu OC, MAPU, entre otros, al Bloque Socialista. El PC se une al PS de Almeyda e ingresan algunos cuadros de Mapu OC a sus filas. Estos sectores ven en la política de Rebelión Popular, la expresión para derrotar a la dictadura y levantan su expresión política: el movimiento Democrático Popular (MDP).
La desintegración de la Unidad Popular es un hecho. Las cúpulas políticas tratan de explicar a los chilenos y al mundo lo inexplicable, pero los militantes de esos partidos y principalmente los miles de jóvenes que se integran a la lucha popular, demuestran que el legado de Allende sigue vivo y vigente.
En ese contexto, los militantes de la IC se encuentran nuevamente con los comunistas, socialistas, miristas y demócrata cristianos en la formación de las coordinadoras poblacionales.
En este plano la IC logra levantar el movimiento poblacional Dignidad, que junto a la COAPO, (MIR) la Metropolitana de Pobladores,(PC) movimiento poblacional Solidaridad (DC), logran a mediados de los 80 conformar el CUP (Comando Unitario de Pobladores).
La presencia de la IC en las poblaciones o barrios populares es importante, sus brigadas muralistas, Camilo Torres, denuncian las atrocidades de la dictadura y junto a las brigadas Elmo Catalán y Ramona Parra, logran pintar hasta el cielo.
De hecho, el movimiento Dignidad es la segunda fuerza política con mayor presencia en el mundo de pobladores, después de los comunistas.
La IC logra ser una importante eje en la formación del moviendo estudiantil secundario. Sus militantes fueron activos participantes en las Comunidades Cristianas de Estudiantes Fiscales a principios de los 80, para luego, junto a comunistas y socialistas, formar las distintas instancias de coordinación estudiantil en la región metropolitana y en las principales regiones del país.
Fin primera parte
Por Iván Gutiérrez Lozano
Santiago de Chile, 23 de octubre 2007
Crónica Digital , 0, 145, 3
