Al hablar en la inauguración de una planta de fabricación de casas con derivados de petróleo en el estado Carabobo, Chávez precisó que los ataques en la región contra el gasoducto «han logrado enfriar el convenio».
Tras señalar que Venezuela no parte de un interés económico, sino del espíritu de solidaridad, el mandatario aseveró que no intenta obligar a nadie a aceptar el proyecto del Gasoducto del Sur.
Puntualizó que luego de la aceptación inicial por varias naciones como Argentina y Bolivia no se concretaron los encuentros necesarios para su realización. «No hubo reuniones, llamamos, nadie acudió», apuntó.
Asimismo aseguró que Venezuela, con un enorme potencial gasífero, nunca venderá ese producto a los precios que lo hacen los países desarrollados.
La empresa estatal Petrocasa inaugurada hoy busca enfrentar el déficit habitacional del país y se incluye en un programa de industrialización que en su primera etapa abarca la construcción de 200 fábricas.
El plan abarca 88 empresas de alimentos, 48 de construcción de maquinarias y herramientas, 19 de vidrio, plástico y caucho, 10 de transporte, 10 de servicios de reciclaje, ocho de equipos y materiales eléctricos, y cuatro de construcción (vivienda y hábitat).
Caracas, 27 de julio 2007
Prensa Latina , 0, 41, 11