Con la participación de numerosos ex dirigentes de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, se conmemoraron los 30 años de la refundación de esa organización estudiantil durante la dictadura militar. La actividad fue dedicada a Patricio Manzano, estudiante de Ingeniería que fue asesinado a los 21 años en febrero de 1985, tras ser arrestado durante la represión sufrida por los primeros trabajos voluntarios organizados por la federación.
Tras el Golpe de Estado de 1973 una de las tantas organizaciones sociales que sufrió las consecuencias del inicio de la dictadura militar fue la FECh, que se vió clausurada, sus dirigentes perseguidos, y la Universidad de Chile intervenida. Durante varios años distintos grupos de estudiantes de esa casa de estudios fueron venciendo el miedo para recuperar una de las organizaciones emblemáticas del país, hasta que en 1984 se logró refundar la hoy centenaria federación.
Precisamente ese proceso de rearticulación político y social, es el que se conmemoró el 9 de octubre en el Museo de la Memoria con la actividad «30 años de la refundación de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile. De la ACU a la FECh», organizada por el Archivo y Centro de Documentación FECh y el Museo de la Memoria, que congregó a numeroso ex dirigentes estudiantiles, así como académicos y actuales miembros de la mesa directiva de la FECh.
El encargado de abrir la actividad fue Ricardo Brodsky, primer Secretario General de la FECh 1984-1985 y actual director del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. En la ocasión afirmó que «las personas a las que este museo busca reparar simbólicamente estarían muy contentas de ver que los 30 años de la FECh se conmemoran aquí», destacando el rol cumplido por la organización estudiantil a lo largo de su historia. Entre los hitos que rescató estuvo la tradición anarcosindicalista de los años 20, el combate a la dictadura de Carlos Ibáñez del Campo y la reforma universitaria en la década de los 60, los que «inspiran hoy a los estudiantes en su lucha por una educación pública, gratuita y de calidad».
Finalmente, dedicó la actividad a la memoria de Patricio Manzano, quien fuera asesinado en la 1a comisaría tras ser arrestado por carabineros en febrero de 1985 tras reprimir los primeros trabajos voluntarios organizados por la FECh en la zona de San Felipe.
Por su parte Marcela Campos, quien participa de la «Agrupación Patricio Manzano» y es autora del libro «De mártires y sueños de victoria. Patricio Manzano y el acoso a la FECh, 1985», destacó que durante los años en los que se luchaba por reconstruir la organización estudiantil «la dictadura cívico-militar desplegó un gran aparato administrativo con tiempo, dinero y agentes para que no lograramos nuestro objetivo en octubre de 1984».
A pesar de los esfuerzos del gobierno dictatorial «democratizamos nuestras universidades y nos devolvimos la FECh», sin importar los académicos «que te amenazaban de manera sutil o los decanos que llegaban con guardaespaldas a sus facultades».
Es por eso que «luego del segundo suicidio de un ex dirigente del Pedagógico en un año, me pareció fundamental recuperar esta historia» y preparar el libro «De mártires y sueños de victoria…», que se encuentra próximo a ser publicado.
Para Claudio Ogass, archivero del Archivo y Centro de Documentachón FECh, «la historia de este archivo es la historia de como una comunidad desprovista de memoria, va en busca de ella por medio de la colección de papeles» con la intencín de articular identidad y memoria. Junto con Leonardo Cisternas, cooridnador de investigación del Archivo, destacaron el aspecto colectivo del mismo, y presentaron un adelanto del proyecto «Archivo oral de la memoria estudiantil», documental que busca guardar registro del testimonio de diferentes testigos y protagonistas de la rearticulación que permitió refundar la FECh.
Finalmente Melissa Sepúlveda, Presidenta de la FECh, resaltó que «incluso en los peores momentos de la historia la FECh ha sido un actor fundamental» en el acontecer político del país, y destacó la labor de la «Agrupación Cultural Universitaria (ACU) a finales de los 70 e inicios de los 80 en la rearticulación de la organización estudiantil al calor de las primeras manifestaciones en contra de la dictadura».
Por Felipe Ramírez
Fotografías: Felipe Poga
Santiago de Chile, 10 de octubre 2014
Crónica Digital