Pasada la tempestad, las nupcias del honor del fútbol chileno andan de capa caída con la violencia y los escándalos de corrupción, pero de algún modo trata de salvar el honor de un año glorioso.
Chile conquistó en julio pasado la Copa América y el equipo nacional quedó ubicado en el quinto lugar en el ranking mundial de la FIFA.
En verdad, los jugadores no son los culpables de los oscuros acontecimientos que enlodaron al balompié de Chile en las últimas semanas, si bien todo el aparataje mercantilista que rodea al deporte tiene bastante que ver.
Lo del domingo pasado en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso fue una batalla campal de delincuentes que se dicen hinchas, que eufóricos utilizando hasta las redes sociales, se vanagloriaron del vergonzoso espectáculo.
Triunfaron en sus oscuros propósitos porque se suspendió el partido entre Colo Colo y Santiago Wanderers, y ahora quedó para enero la premiación del emblemático cuadro albo, como llaman a los primeros.
Colo Colo obtuvo el campeonato en el torneo de apertura nacional y aunque intentó pasar la página de forma acelerada para recibir su trofeo, finalmente la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), decidió postergar la entrega.
Sin embargo, nada ocurrió de manera coherente y expedita. Luego del bochorno el mismo domingo, cuando Universidad Católica perdió en otro cotejo y dejó en manos de Colo Colo el cetro, jugadores y técnicos daban rienda suelta a celebraciones.
Pretendieron incluso hacer un acto protocolar para obtener el galardón este miércoles, con anuncios incluso de que no se opondrían al ingreso de hinchas al Estadio Monumental de Santiago, pero la Gobernación de la urbe lo desautorizó.
Ante esta situación, la dubitativa ANFP, en el vórtice del huracán por corrupción y sobornos -ya en proceso su antiguo jefe Sergio Jadue-, determinó trasladar la fecha de premiación para el mes de enero.
Pero las voces de repudió a lo ocurrido el domingo en Valparaíso no se han acallado. Desde España, el arquero y capitán de la selección nacional, Claudio Bravo, calificó de lamentable lo sucedido».
«(…) volvió a pasar lo de siempre, que los delincuentes se apoderan de un espectáculo que no puede contar con familias ni con niños», comentó al espacio Gol TV.
«Esto no pasa sólo a nivel de fútbol, sino también en la calle, del día a día de nuestro país. Creo que la delincuencia se ha apoderado de muchas zonas enChile, pero falta que exista mano dura, que cambien un poco las normas», opinó.
Bravo, guardameta del Barcelona, apuntó que se trata de un tema que hay que erradicar, «no es posible que nuestro país sólo haga noticia por temas de delincuencia o cosas que son totalmente negativas».
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 10 de diciembre 2015
Crónica Digital / PL