La movilidad humana es una regla en la historia de la humanidad y la excepción son estas acciones antiinmigrantes con la construcción incluso de muros para evitar en ingreso de los ciudadanos a las naciones desarrolladas, subrayó.
En ese sentido, recordó el proyecto estadounidense de levantar una barrera en su frontera para impedir el paso de mexicanos, centroamericanos y sudamericanos, y la actuación injusta e inhumana de la Unión Europea contra los emigrantes de Libia, Siria y Ucrania, tres naciones asoladas por la guerra, y de otros países africanos, marcados por el hambre y la miseria.
Según la autoridad, esas políticas responden a la crisis global del capitalismo que apela al proteccionismo de las economías nacionales y deja atrás el discurso neoliberal de abrir las fronteras e impulsar tratados comerciales para la apertura comercial.
Todo ello conduce a restricciones en el tema de la movilidad humana y retrocesos en los derechos internacionales conseguidos para los emigrantes y puso de ejemplo a la comunidad boliviana residente en Argentina, hostigada por políticas xenófobas de odio hacia los extranjeros, pese a su aporte al desarrollo del país con esfuerzo y sacrificio, y a los latinoamericanos en Estados Unidos y africanos en Europa.
Rada aclaró que la Conferencia también debatirá sobre el tema del militarismo y la amenaza que representada para los pueblos y gobiernos revolucionarios y progresistas del mundo.
De acuerdo con el viceministro, Bolivia espera por una gran participación de organizaciones de países sudamericanos como Argentina, Perú, Paraguay y Brasil, donde más golpean las políticas de discriminación, además de México, El Salvador,
Guatemala y Honduras, cuyos emigrantes sufren de las acciones de exclusión del gobierno de Estados Unidos.
También esperan por la asistencia de comunidades africanas y de movimientos sociales de Norteamérica y Europa, quienes sufren el recorte de varios beneficios sociales.
La autoridad se refirió a la importancia de debatir el tema de la ciudanía universal en los foros de las Naciones Unidas para, desde de las naciones del sur, promover políticas de exclusión y respeto de las diferencias existentes entre las personas, pero en un plano de igualdad.
Todos somos ciudadanos del mundo y tenemos la libertad de viajar de un país a otro sin que existan mayores barreras, enfatizó Rada.
La comunidad internacional tiene sus organizaciones representativas y los movimientos sociales de diferentes países pueden tener su impacto en ellas para que se respeten los avances alcanzados en materia de ciudadanía y emigración, recalcó.
La Paz, 12 de marzo 2017
Crónica Digital /PL