En un comunicado de prensa el PC señala que a la derecha le resulta insoportable la visita de la Presidenta Michelle Bachelet a Venezuela. Por ello ha logrado un acuerdo en el Senado orientado a forzar la intervención del gobierno de Chile en los asuntos del país hermano.
La intervención de las autoridades de un país en los asuntos internos de otro entorpece sin duda las relaciones mutuas y, en general, enturbian el clima internacional en su conjunto. Peor aún, puede conducir a situaciones dramáticas y crueles, apunta el comunicado.
Según el PC los casos para confirmar esta aseveración son múltiples y también propios. La intervención de los gobiernos norteamericanos en nuestros asuntos internos desencadenaron el golpe pinochetista con las consecuencias desastrosas que soportamos los chilenos. Hoy día, vivencias como las de Irak, Afganistán y otros confirman que el intervencionismo abierto o encubierto es una práctica repulsiva.
¿Quién intervino en los asuntos internos del otro país? ¿El gobierno de Venezuela?, se pregunta el PC, para luego responderse que No. Lo hicieron 18 senadores chilenos. Esos parlamentarios tienen el derecho de pensar como les plazca. Pero no lo tienen para interferir institucionalmente en asuntos internos de otra nación.
Defendió al Presidente Hugo Chávez, que según el PC reaccionó ante esa intromisión que hizo uso de un organismo estatal. Calificó a los promotores de ese atropello en los términos que se conoce. ¿Faltó a la verdad? Veamos: de los 18 senadores que aprobaron el voto 16 fueron promotores activos del golpe fascista contra el Gobierno Popular de Salvador Allende o participaron directamente en la dictadura. Esa es la verdad. Es lo que dijo el Presidente venezolano. Hacer cuestión de las formas no es mas que la evidencia de que no pueden responder por las cuestiones de fondo.
Para los comunistas chilenos el sectarismo reaccionario con que actuaron esos 16 senadores, y la ingenuidad de al menos 2 de los que apoyaron el acuerdo, coloca a la Presidenta Bachelet en una posición mas compleja cuando debe ir a debatir sobre un tema sensible para nuestro país como es el tema de la energía. Se trata entonces de una maniobra que no apunta solo al Gobierno bolivariano sino también está hecha contra el Gobierno chileno.
A esos excesos y torpezas lleva el sistema político excluyente que aún permanece en nuestro país. Y hechos como estos permiten comprender mejor porque los derechistas mas recalcitrantes se comportan como gatos de espalda para que no se modifique ni siquiera parcialmente el sistema electoral antidemocrático, finaliza el comunicado.
Santiago de Chile, 16 de abril 2007
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