Estas declaraciones, las formuló al término de la sesión especial que tuvo por finalidad «analizar los efectos del cobro de las comisiones bancarias en las pequeñas y medianas empresas y en los cuentacorrentistas en general, la participación que le cabe a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras en esta materia y, en general, analizar el marco jurídico y administrativo que regula este tipo de cobros».
En ese sentido, agregó que hasta el momento hemos visto que funciona bastante bien la industria bancaria, el sistema de colocaciones y captaciones, y la protección de un institución como la Superintendencia, que está preocupada que todo funcione muy bien, pero desde la mirada de las instituciones bancarias.
El parlamentario planteó que en Chile falta una institución que sea defensora de los usuarios de los bancos, indicando que el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), sólo alcanza de manera ocasional este tipo de casos. Además, hizo hincapié en los costos se han externalizado, cada vez más, a los clientes, asegurando que se ha legalizado la usura.
Al finalizar la sesión se aprobaron en forma unánime, 3 proyectos de acuerdo: El primero, requiere una norma precisa y clara en beneficio de los clientes, sobre los productos que son susceptibles de un cobro de comisión bancaria; el segundo, solicita a la Superintendencia de Bancos que fiscalice que los bancos tomen acciones concretas para facilitar a sus clientes la comprensión y comparación de las comisiones entre ellos; y el tercero pide a la Superintendencia, que realice una auditoría y análisis de los sistemas de cobro por servicios, como la mantención de la cuenta corriente, solicitud de cartolas, saldos, intereses y multas por atrasos.
Valparaíso, 31 de octubre 2007
Crónica Digital , 0, 38, 3
