Los servicios de inteligencia estadounidenses desestimaron que Rusia tenga conexión alguna con el derribo reciente del avión malasio en Ucrania, que provocó la muerte de 298 personas, informó hoy el diario Stars and Stripes.
Funcionarios estadounidenses no identificados aseguran que la aeronave fue interceptada por un cohete superficie aire SA-11 Gadfly supuestamente disparado por las milicias separatistas que se oponen al gobierno impuesto en Kiev tras el golpe de estado de febrero pasado.
Las fuentes, que hablaron a los periodista bajo condición de anonimato, revelaron que Estados Unidos no tiene ninguna información sobre la presencia de militares rusos en el lugar y hora en que fue lanzado el misil que derribó al Boeing 777 de Malaysia Airlines.
Añadieron que de ninguna manera pueden confirmar que quienes dispararon dicho cohete fueron entrenados en Rusia, y la explicación más factible es que el avión fue destruido por error, argumento al parecer basado en la destrucción previa de 12 aeronaves militares que sobrevolaban la región.
De acuerdo con medios internacionales de noticias, el Gobierno ruso calificó este miércoles de desconcertantes y claramente incompetentes las nuevas acusaciones de Ucrania sobre una presunta implicación de Moscú en el derribo del Boeing.
Por otra parte, el especialista norteamericano Robert Parry, acusó la víspera en un artículo en el sitio web Consortiumnews.com a importantes medios de prensa estadounidenses de culpar sin pruebas a Rusia por el trágico incidente.
Parry señaló que de esa forma la llamada gran prensa estadounidense toma partido por el gobierno de Kiev y se apresura a culpar al presidente Vladimir Putín y grupos ucranianos favorables a los vínculos con Moscú.
Washington, 23 julio 2014
Crónica Digital / PL
