Según el informe anual conjunto del Programa de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) y la OMS, entre los aspectos positivos sobresale, en el caso de América Latina, la elevada cobertura del tratamiento en que se ofrece en Argentina, Brasil, Chile, Cuba, México, Uruguay, y Venezuela.
En ese contexto, Cuba brinda de manera gratuita a todos los enfermos y portadores de la isla que lo requieren los mas modernos tratamientos, que incluye drogas antirretrovirales producidas por la industria farmacéutica local.
El reporte, titulado «Situación de la epidemia de SIDA, diciembre de 2005», refleja además como en Costa Rica y Panamá, donde ha mejorado notablemente el acceso al tratamiento antirretrovírico, la mortalidad por SIDA parece estar disminuyendo.
Por otra parte, aclara el documento, en otras zonas, especialmente en los países más pobres de América Central y la región andina de Sudamérica, los progresos han sido más lentos.
Así, ejemplifica, menos de mil ecuatorianos recibían tratamiento antirretrovírico en el 2004, mientras siguen demorándose los esfuerzos para lanzar ese tipo de terapia en El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Paraguay (OPS, 2005).
Por otra parte, sostienen el texto, algunos avances recientes en la región del Caribe (en Bahamas, Barbados, Bermuda, República Dominicana y Haití) permiten tener un optimismo moderado.
No obstante, alerta el informe, «a pesar de los descensos registrados en la tasa de infección en algunos países, el número total de personas que viven con el VIH ha continuado aumentando en todas las regiones del mundo, salvo en el Caribe».
En el 2005, de acuerdo con los datos de ONUSIDA, se produjeron otros cinco millones de nuevas infecciones.
De esa forma, actualmente «el número de personas que viven con el VIH en todo el mundo ha alcanzado el nivel más elevado, y ha pasado de unas cifras estimadas de 37,5 millones en 2003 a 40,3 millones en 2005».
En este último año, agrega ONUSIDA, más de tres millones de personas fallecieron por causa de enfermedades relacionadas con el SIDA, y de ellas, más de 500 mil eran niños.
Los aumentos más acusados en las nuevas infecciones tuvieron lugar en Europa oriental y Asia central (con un aumento del 25 por ciento y 1,6 millones de infecciones), y Asia oriental.
Aun así, Africa subsahariana continúa como la región más afectada en el mundo, con el 64 por ciento de las nuevas infecciones (más de tres millones de personas) registradas en el planeta.
Los nuevos datos aportados por el informe evidencias como «en América Latina, Europa oriental y particularmente Asia, el consumo de drogas intravenosas y trabajo sexual están espoleando las epidemias, y que los programas de prevención se están quedando cortos para abordar esta superposición de problemas».
Ante esa situación, Peter Piot, Director Ejecutivo del ONUSIDA, ha declarado: «La realidad es que la epidemia de SIDA continúa superando los esfuerzos mundiales y nacionales para contenerla».
«Es evidente, agrega, que se necesita ampliar urgentemente el alcance y la escala de los programas de prevención del VIH. Debemos pasar de los pequeños proyectos con horizontes a corto plazo a las estrategias integrales a largo plazo».
Al comentar el nuevo informe, varios expertos han resaltado como a pesar de los esfuerzos que realizan las naciones mas pobres en frenar la pandemia, sin el apoyo material (fondos y medicinas) de las naciones mas ricas será imposible frenarla de manera efectiva.
Aún a precios reducidos, las terapias antirretrovirales están muy lejos del poder adquisitivo de la mayoría de los necesitados en grandes regiones, entre las cuales se cuenta principalmente a Africa.
Ginebra, 22 de noviembre 2005
Prensa Latina
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