La decisión responde al interés de la presidenta Michelle Bachelet de incrementar la participación chilena en todos los organismos multilaterales, como el recién constituido organismo y la Comisión de Consolidación de la Paz, subsidiaria del Consejo de Seguridad.
Dirigentes políticos locales habían respirado con alivio cuando Chile salió el pasado año de la disuelta Comisión de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, por los problemas que causó al país la política de alianza del ex presidente Ricardo Lagos a Estados Unidos.
Lagos ordenó votar cuatro años consecutivos contra Cuba en esa comisión, pese a la oposición del Partido Socialista y otros importantes sectores políticos de la coalición gobernante, descontentos con su fuerte alineación a la posición norteamericana.
Pero el mayor dolor de cabeza ocurrió en marzo del 2003, cuando Lagos pidió la remoción del entonces embajador de Chile ante los organismos multilaterales, Juan Enrique Vega, por no acatar la orden de votar en contra de una sesión especial sobre la situación en Iraq.
Entonces La Moneda tuvo que dar explicaciones a Washington, ya que Chile había comprometido su negativa ante el Departamento de Estado a que la controvertida comisión considerara las graves violaciones a los derechos humanos de las fuerzas invasoras en el país árabe.
Fuentes de la cancillería afirman que el país sudamericano considera seriamente postular ahora a uno de los ocho cupos reservados para la región, a los que también aspiran Perú, Uruguay, México, Cuba, Argentina y Venezuela, entre otros.
Según funcionarios del gobierno, esta postulación -junto a otras tareas en ámbitos multilaterales- calza en el diseño elaborado por la Cancillería que busca mantener una fuerte presencia internacional de Chile.
El canciller Alejandro Foxley dijo este martes en una comparecencia especial ante el congreso, que «este es un país que tiene un peso en la comunidad internacional, probablemente mayor al que correspondería dados su tamaño y distancia de los centros de poder».
La creación del nuevo Consejo de Derechos Humanos, en el marco de las reformas a la ONU, contó con el apoyo de Chile y otros 169 países, mientras que Estados Unidos, Israel, islas Marshall y Palau se opusieron.
El nuevo órgano reemplazará a la cuestionada Comisión de Derechos Humanos con sede en Ginebra y estará conformado por 47 países, que deberán ser elegidos por la asamblea general de la ONU antes del 9 de mayo próximo.
Santiago de Chile, 10 de abril 2006
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