El jefe de Estado se mostró optimista sobre el presente y futuro de la Isla, luego de 14 años del llamado período especial, caracterizado por carencias y limitaciones tras la caída del campo socialista y la desintegración de la Unión Soviética.
«Los últimos mil metros de esta montaña han sido tremendos», apuntó, en referencia a los programas económicos y sociales implementados para elevar el nivel de vida de la población, entre los que se incluyen los de ahorro energético.
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«No hemos dejado de trabajar en estos años de período especial y ahora incluso descansamos menos», apuntó al explicar las razones de las venideras tarifas eléctricas con tasas diferenciadas para premiar al ahorro y desalentar el despilfarro.
Recordó que durante muchos años no faltó un solo tanquero soviético, lo cual se cortó en 1991 con la caída de la Unión Soviética. Entonces la Isla se vio privada, abruptamente, del suministro de 14 millones de toneladas de combustible.
En medio de las transformaciones en curso, Cuba sufrió en julio pasado un poderoso huracán que atravesó el país y destruyó o afectó a miles de viviendas, evocó.
Tal situación obligó a invertir 200 millones de dólares para la construcción, en el preámbulo del año en que la isla caribeña edificará el mayor número de casas de su historia.
Empero no fue el único huracán de la temporada, mientras que en el territorio nacional se instalaban grupos electrógenos para asegurar el suministro de electricidad a puntos sensibles para la salud, alimentación y otros servicios básicos.
El primer mandatario cubano reveló que como parte de las transformaciones energéticas la occidental provincia de Pinar del Río tendrá a punto para el próximo 15 de diciembre el sistema eléctrico concebido para todo el país.
Se trata de una estrategia destinada a eliminar los apagones y ahorrar combustible, que incluye modernas tecnologías de producción, cambio de efectos electrodomésticos, de bombillos y medidas de control, entre otras.
Para ello se están comprando e instalando eficientes generadores que funcionan con un mínimo de combustible, apuntó.
Esas inversiones pueden producir más electricidad que la actual capacidad, e incluso el país podrá ahorrar hasta el 70 por ciento del gasto en combustible, puntualizó.
La Habana, 23 de noviembre 2005
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