El hecho, ocurrido en las simples instalaciones de una gasolinera capitalina, nada tuvo de protocolar y devino evocación del largo camino cuyo tránsito comenzó hace 47 años con el triunfo guerrillero «porque es más difícil hacer una Revoluciòn que ganar una guerra».
La alegría de los integrantes del ejército juvenil que impulsa, bajo la orientación directa del mandatario, la lucha por el ahorro energético y contra todo tipo de ilegalidades, se conjugó con el análisis de Fidel Castro sobre las etapas vencidas desde 1959.
Allí resaltó los 47 años de lucha contra lo que calificó de monstruoso imperio, el cual resultó mucho peor de lo imaginado inicialmente por quienes escenificaron la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1959).
Fueron 47 años de bloqueo para honra y gloria de nuestro país, pues nos hicieron resistir y nos han hecho más fuertes, sentenció en sus palabras dirigidas al entusiasmado auditorio.
Más allá del significado que, por sí sola, tenía la presencia del Jefe de Estado rodeado de noveles combatientes revolucionarios en fecha tan trascendente, Fidel Castro subrayó la importancia de las nuevas generaciones para el destino de la Patria.
En qué parte del mundo un gobierno tiene tal respaldo de los jóvenes, de los estudiantes, de los obreros, de los campesinos, de los intelectuales, del pueblo, recalcó.
Excepcional clase de historia dada por su principal protagonista constituyó, para quienes ni siquiera habían nacido entonces, el repaso de los acontecimientos que llevaron al derrocamiento de la dictadura en 1959.
La calificación del 2006 como año de cosecha de los frutos del trabajo siguiente al inicio de la Revolución, se ejemplificó en la seguridad de alcanzar, en los próximos 12 meses, un ahorro del 70 por ciento en energía.
Ese es, de acuerdo al presidente, el resultado de los cambios logrados en la sociedad que hacen distintas las emociones a las de enero de 1959.
Son las emociones de haber resistido, de la victoria frente al imperio que no pudo aplastarnos, de un mundo que cambia y de un orden social insostenible, y al verlos a ustedes, me lleno de esperanza, puntualizó.
La jornada singular desarrollada en la gasolinera descolló en medio de las múltiples celebraciones que aún persisten, a lo largo y ancho del país, con motivo de un aniversario de indudable júbilo para los cubanos.
La Habana, 2 de enero 2006
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