Para alcanzar ese objetivo, la mandataria dijo que aumentará anualmente la plantilla de soldados profesionales, un proceso que ya se inició y que continúa este año con el ingreso de 500 efectivos al entrenamiento.
El segundo mecanismo consiste en incrementar los incentivos a los conscriptos en el ámbito salarial, vivienda y educación.
En este último punto anunció el reajuste de la asignación mensual de los jóvenes reclutas a 26 mil pesos (unos 50 dólares) y 38 mil a los asignados en zonas territorialmente alejadas.
Con esta medida, la gobernante aseguró que «queremos que haya más voluntarios» y agregó que el objetivo es que no se pierda el espíritu original del sistema militar, que es la defensa y el amor a la patria.
El tercer lineamiento es la disminución del número de conscriptos que ingresan de manera obligatoria, para arribar de aquí a ocho años a un total voluntariado en el servicio militar.
«La idea es llegar a un Ejército profesional con menos conscriptos y más profesionales», apuntó.
La presidenta destacó por último los beneficios de este plan de modernización y profesionalización, asegurando que «tanto en Chile como a nivel mundial, no hay desarrollo sin seguridad y, por eso, tenemos que mantener un país seguro».
El anuncio fue hecho durante una visita al Regimiento Buin de Santiago, en la cual fue acompañada por la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot, y el comandante en jefe del Ejército, Oscar Izurieta.
Santiago de Chile, 5 de abril 2006
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