La campaña es dirigida a niños de hasta 23 meses, adultos mayores de 65 años, mujeres embarazadas y personas de entre 2 y 64 años que padezcan alguna enfermedad crónica, quienes podrán ser vacunados gratuitamente en todos los consultorios y postas rurales del país, con la finalidad de que enfrenten en mejores condiciones el próximo invierno y estén protegidos de las complicaciones de esta enfermedad.
En tanto, la población cotizante del sistema público o privado, que no está contemplada en los grupos objetivo, podrá comprar la vacuna en farmacias. Sin embargo, cabe mencionar que está contraindicada para quienes tienen alergia a la proteína del huevo o antecedentes de alergia a vacunación anterior, primer trimestre de embarazo, enfermedad febril o infecciones con fiebre sobre 38ºC.
Los beneficiarios de esta campaña nacional de salud deben informarse y concurrir oportunamente sin esperar el último día, ya que el presente año serán vacunados 1.950.000 adultos y 240 mil niños.
Asimismo, es importante destacar que no hay que confundir la influenza común con la influenza aviar o gripe aviar ya que Chile está libre de esta enfermedad y no se ha detectado su presencia en aves ni en ningún otro animal y no hay casos humanos de influenza aviar por la cepa H5N1, que es la que provoca este problema en Europa y Asia.
Las personas que requieran más antecedentes pueden llamar en forma gratuita al número 800 20 27 40.
La vacuna
La vía de administración es intramuscular en la parte superior del brazo. En el caso de personas con problemas de coagulación se administrará por vía subcutánea.
Como resultado del proceso de licitación pública, el Ministerio de Salud compró las dosis a los laboratorios europeos productores de esta vacuna (Sanofi Pasteur y Solvay).
Siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para el hemisferio Sur, la composición y concentración de cada cepa es la siguiente:
Cepa A/New Caledonia /20/99/(H1N1)
Cepa A/California /7/2004/(H3N2) (análoga a: A/New York/55/2004)
Cepa B/Malaysia /2506/2004
Como en todas las vacunas, existen posibles efectos adversos tales como dolor e inflamación en el sitio de punción que desaparecen espontáneamente entre las 24 y 48 horas posteriores a la vacunación; fiebre, malestar general, dolor de cabeza y mialgias, aunque son poco frecuentes y se inician entre las 6 y 12 horas post-vacunación; reacciones alérgicas que se producen de inmediato y sólo en personas con hipersensibilidad a la proteína del huevo o a algún componente de la vacuna.
Durante la vacunación realizada el año 2005 se alcanzaron altos índices de cobertura, 100% enfermos crónicos, 93,7% de embarazadas, 94,5% de adultos mayores.
¿Qué es la Influenza?
La influenza es un virus que en los seres humanos provoca un enfermedad que lleva el mismo nombre. El virus se descubrió en 1933 y se clasifica en dos tipos principales, A y B, existiendo un tercer tipo, el C, menos importante y que se vincula a casos esporádicos y brotes pequeños.
Como todos los virus, el de la influenza tiene la capacidad de mutar o «transformarse a sí mismo», capacidad que utiliza para «hospedarse» en otros seres vivos y que le permite «defenderse» de las vacunas. La capacidad de mutación del virus origina cepas nuevas y distintas lo que obliga a desarrollar al mismo tiempo vacunas nuevas y distintas. Así, el virus de la influenza está en un constante proceso de transformación. En Chile, todos los años hay casos de influenza, concentrándose su ocurrencia durante los meses de invierno.
Datos y consejos
La mejor manera de prevenir la influenza y sus complicaciones es la vacunación, en caso de que ésta exista. Evite acercarse a personas que estén enfermas.
La persona enferma debe evitar exponerse a otras personas para protegerlas y evitar que se enfermen también.
Si se está enfermo el confinamiento voluntario o quedarse en casa es de gran ayuda para evitar que otros se enfermen.
No enviar a los niños enfermos al colegio.
El virus de la influenza es muy contagioso o bien tiene mucha facilidad para «hospedarse» en otros seres vivos.
En el caso del ser humano la transmisión o contagio es la por la vía aérea: Boca o nariz.
Esta se produce porque una persona enferma de influenza libera al ambiente el virus por medio de sus secreciones, al toser o estornudar sin cubrirse con un pañuelo desechable, por ejemplo.
Síntomas de la influenza
La rutina hace que la influenza se perciba como un simple resfrío o gripe. Pero la influenza es algo más que un catarro ya que en algunos casos puede generar complicaciones respiratorias que necesiten hospitalización.
La influenza se manifiesta en forma súbita, sin avisos previos provocando una repentina fiebre alta la que dura en promedio dos o tres días, pudiendo llegar a la semana.
Junto a la fiebre elevada la enfermedad se acompaña de un cansancio o debilidad que pueden ser extremos, y que en el caso de los adultos mayores se puede prolongar más allá de los 2 a 5 días en que los paciente en general se mejoran.
La enfermedad se caracteriza también porque puede provocar dolor de cabeza en la zona frontal o bien generalizada. Es frecuente el dolor al tragar (odinofagia) y la tos, síntomas que pueden durar más de una semana.
El dolor muscular (mialgias), el dolor a las articulaciones (artralgias) y la molestia frente a la luz (fotofobia).
En el caso de los niños los síntomas son fiebre, tos, congestión nasal, con posibilidad de irritabilidad, disminución del apetito, vómitos, diarrea y modorra (letargia). La dificultad para respirar es otro de los síntomas que se pueden presentar en los niños. En los menores de tres meses se puede presentar apnea (cese de la respiración). En lactantes menores la enfermedad se puede presentar sólo con fiebre alta, la que se ha asociado a convulsiones.
Si se presentan síntomas similares a los descritos para la influenza, se deben tomar las siguientes medidas:
.Reposo en el domicilio
.Ingerir líquidos
.Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y de tabaco
.Evitar el uso de ácido acetilsalicílico especialmente en niños o jóvenes por riesgo de complicaciones asociadas a su consumo
.Evitar el contacto con otras personas, especialmente niños pequeños o adultos mayores para evitar que contraigan su enfermedad,
Cubrir la boca y la nariz con un pañuelo desechable cuando tosa o estornude para no pasar los gérmenes a otras personas
Lavar frecuentemente las manos especialmente después de estornudar o tocarse la nariz.
Santiago de Chile, 5 e abril 2006
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