Fue desde «El Manantial de los Sueños», ubicado en Caucagua, en el municipio Acevedo del estado Miranda, que el Jefe de Estado venezolano quiso enviar su mensaje de Nochebuena a todos los venezolanos.
«Creo que difícilmente pueda haber un sitio mejor para estar esta tarde, en este día tan especial del nacimiento de Jesús, el Redentor, el comandante de los pueblos», apuntó
«Desde aquí mi mensaje para todos los hombres, todas las mujeres, para todos los niños y las niñas de nuestra Patria, donde se vive con intensidad el amor al prójimo que es el mandato de Cristo, precisamente», destacó Chávez.
Dijo el presidente que lo que se está haciendo en la aldea donde funciona un Núcleo Endógeno de Desarrollo Humano gestionado por la Alcaldía Mayor y el Ministerio para la Participación Popular y el Desarrollo Social, es un ejemplo de lo que Cristo vino a pregonar por el mundo.
«Así que desde aquí el mensaje de amor, de compromiso, de aliento, de fe, de esperanza a todo el pueblo venezolano en este 24 de diciembre de 2005, señaló.
Y tras rendir tributo «a Jesús, nuestro Señor; Jesús el Redentor, el justiciero, el nómada de la Cruz», leyó una parte del primer capítulo del libro La Historia de Cristo, de Giovanni Papini, un escritor italiano, ateo, quien murió en 1956.
El autor comienza describiendo en el apartado «El Establo», el verdadero lugar donde nació Jesús de Nazareth que dista mucho del pesebre que nos han contado.
«El lugar más sucio del mundo fue la primera habitación del más puro entre los nacidos de mujer, el hijo del hombre que debería ser devorado por las bestias que se llaman hombres, tuvo como primera cuna el pesebre donde los brutos rumian las flores milagrosas de la primavera», narra el novelista.
Reveló que, como Papini, fue también rebelde en su juventud y en el camino consiguió a Cristo, el verdadero, que describió como uno de los más grandes revolucionarios de la Historia y el primer socialista de nuestra era.
Por eso quiso insistir en el contenido cristiano de su mensaje, «no tengo otra manera de hacerlo en esta Navidad».
«Es fiesta la Navidad, es canto la Navidad, es algo de descanso la Navidad, pero, por sobre todo, la Navidad para mí es Cristo; el Cristo rebelde, el Cristo revolucionario, el Cristo hombre, el Cristo que dijo: «bienaventurados los pobres porque de ellos será el reino de los cielos».
El Cristo que señaló: «Más fácil será que un camello entre por el ojo de una aguja a que un rico entre al reino de los cielos», el Cristo que vino a pregonar el amor entre nosotros y nos manda a amarnos los unos a los otros».
Observó que en este programa de reinserción de cientos de ciudadanos en situación de calle, que se lleva adelante en la aldea «Manantial de los Sueños», está Cristo el Redentor inundando de amor estas instalaciones enclavadas en el corazón barloventeño.
Caracas, 26 de diciembre 2005
ABN , 0, 1169, 4