Dirigentes de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), que durante tres semanas estremecieron la conciencia nacional con sus reclamos contra la privatización de la enseñanza, anunciaron una alianza estratégica con otras organizaciones sociales.
Entre los acuerdos anunciados figuran la formación de una mesa paralela al Consejo Asesor Presidencial de Educación creado por la presidenta Michelle Bachelet, y afinar su participación como bloque en esa instancia gubernamental, que comienza a sesionar el próximo miércoles.
Los secundarios lo dijeron claramente el viernes: las ocupaciones y paros en los colegios llegaban a su fin, pero no sus intenciones de cambiar de modo profundo la educación chilena, y al parecer sus afirmaciones no eran alardes juveniles, como interpretaron algunos medios locales.
«Entregamos los colegios, pero que nadie se equivoque. Los estudiantes seguimos movilizados», dijo Juan Carlos Herrera, una de las caras más visibles del movimiento estudiantil que ha cautivado a una sociedad cansada de promesas incumplidas.
La denominada mesa alternativa quedó formada por el ACES, el Colegio de Profesores, la Confederación de Federaciones Universitarias de Chile (CONFECH), la Asociación de Padres y Apoderados, más diversos gremios cuyo fin es actuar en bloque en la instancia de gobierno.
«El foro alternativo no es más que un tratado de unidad que hemos firmado con todas estas organizaciones sociales con el fin de trabajar en conjunto las propuestas que se tirarán sobre la mesa. Actuar como bloque es también una medida de resguardo», afirmó Herrera.
Así lo cree también el vicepresidente del Colegio de Profesores, Darío Vásquez, uno de los dirigentes invitados por Bachelet a ser parte de la mesa de educación presidencial y parte activa del foro alternativo.
«Sería muy frustrante para los estudiantes y el país entero que no hubiesen cambios estructurales a la educación, y dado que la conformación del Consejo no es muy favorable a estos propósitos, hemos decidido unirnos para tener una sola voz», argumentó Vásquez.
German Westhoff, otro de los voceros estudiantiles, explicó que no se trata de un sabotaje a la mesa presidencial, sino de «un espacio donde discutir ideas y elaborar nuestros argumentos frente a la mesa».
Subrayó que para ello contarán con la asesoría de intelectuales, expertos en educación y economistas, cuyos nombres serán definidos en una próxima asamblea.
Según manifestó Herrera las propuestas discutidas tanto al interior del gremio secundario, como con las demás organizaciones civiles, serán presentadas mañana a la asamblea general de la ACES para que sean votadas por sus representantes.
Los estudiantes y organizaciones sociales que los apoyan han expresados serias reservas por la composición del órgano creado por el Ejecutivo para estudiar los cambios que requiere la educación chilena, en la cual hay una fuerte representación del sector empresarial privado.
Los jóvenes exigen la eliminación y no simples reformas a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), una normativa de carácter neoliberal aprobada por el ex dictador Augusto Pinochet el día antes de dejar el poder en 1990.
La Ley, que convirtió a la educación en uno de los negocios más lucrativos del país, despojó al Estado de su papel rector en la materia, y puso en manos del sector privado la responsabilidad de formar las nuevas generaciones de chilenos.
Santiago de Chile, 12 de junio 2006
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