Tras el encuentro entre las directivas de la CUT y el PC, el presidente de la principal organización sindical, Arturo Martínez, dijo que hay que ir a la conformación de un movimiento ciudadano por mayor democracia y justicia social en Chile, e invitó a otras fuerzas políticas y sociales a sumarse a esta iniciativa, que han levantado los comunistas.
Martínez, reseñó a la prensa los aspectos de la propuesta de la multisindical que entregó a la Presidente de la República, Michelle Bachelet, sobre la reforma al actual sistema previsional.
El máximo líder de los trabajadores chilenos, explicó que la CUT pone especial énfasis en la realización de un masivo y combativo Primero de Mayo, el Día Internacional del Trabajo y reiteró que también tienen en su plataforma al igual que el PC- la demanda de cambiar el sistema electoral binominal por uno proporcional, democrático y no excluyente.
En tanto, el presidente del PC, Guillermo Teillier, aseguró la participación activa de su colectividad en el movimiento ciudadano por más democracia y justicia social, además del cambio de sistema electoral y la reforma al sistema de pensiones.
El militante comunista afirmó, que el PC públicamente, vamos a entregar nuestro apoyo a la propuesta de la CUT y coincidimos en que tiene que haber una sola propuesta nuestra, de los trabajadores, de todos los que somos más perjudicados por el sistema de fondos de pensiones, una sola posición. Porque si vamos a estar discutiendo entre nosotros, que no que esta es mejor que la otra, habrá cuestiones técnicas que afinar pero tampoco nos hacemos tantas ilusiones de que el Gobierno vaya a acoger todo lo que nosotros proponemos y por eso que es necesario empezar a elevar la movilización desde ahora, según nuestra propuesta.
Teillier aseveró que hoy día se va con todo perfilando un hecho y es que los que se oponen al proceso de democratización y a esta reforma, son los partidos de derecha, especialmente la UDI.
Sobre el rechazo de la derecha a la designación del juez Carlos Cerda a la Corte Suprema, el presidente del PC, señaló que lo que hizo la derecha en el Parlamento, de rechazar el nombramiento del ministro Cerda, por habérsela jugado incluso bajo dictadura, una especie de venganza, de vendetta y por eso le dieron mala calificación, la verdad es que nos parece una situación que se va a ir dando en otros temas, que se va a dar también en el tema de las pensiones y se va a dar también en el tema del sistema electoral binominal. Y esto habla claramente entonces de la necesidad de cambiar el sistema binominal por uno proporcional. Porque si seguimos con estos quorums y no hay voces de los trabajadores en el Parlamento, las verdad es que las cosas van a cambiar muy poco.
CUT Y LAS DEMANDAS SOCIALES AL GOBIERNO
Por su parte, la CUT demandó el lunes pasado al gobierno de la presidenta Michelle Bachelet un nuevo sistema que «no sea un negocio privado» de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Arturo Martínez, presentó sus propuestas ante la comisión gubernamental creada por Bachelet la pasada semana para estudiar reformas al sistema privado implantado por el ex dictador Augusto Pinochet en 1981.
«Hay que buscar un sistema previsional que entregue seguridad social y no sea un negocio privado de los dueños de las AFP. Basta ya de lucro con el sudor de los trabajadores», afirmó el líder sindical, luego de reunirse con los expertos de la comisión presidencial.
La CUT fue la primera institución del país en presentar sus propuestas, y en el encuentro se analizaron los factores que inciden actualmente en las cotizaciones y que tienen que ver con el cambio que ha experimentado el sistema laboral en detrimento de los trabajadores.
«Hay que buscar un sistema distinto, donde colabore el empresario con la cuenta individual, crear un fondo solidario para aquellos que no juntan dinero y no tienen años de cotización y una formula en que se cobre menos para administrar los fondos», sostuvo Martínez a Crónica Digital.
Para el dirigente gremial es «exagerada la cantidad de plata que cobran las AFP», por lo que «hay que buscar un sistema que no tenga fines de lucro, porque esto se contrapone con los principios de la OIT (Organización Internacional del Trabajo)».
«Queremos un modelo donde haya seguridad social y no un negocio privado para los dueños de la AFP», sostuvo Martínez tras subrayar que el actual «no resiste más» y no se puede andar poniendo parches «a la porquería que tenemos hoy día».
El representante de los trabajadores chilenos demandó cambiarlo por «un fondo solidario, donde coticen los empresarios, el estado, y que ese fondo sea administrado por un banco estatal o el Instituto de Normalización Previsional (INP)».
Según Martínez, la reforma debería apuntar a entregar pensiones mínimas garantizadas a todos los cotizantes y defendió que la CUT fuera la primera en llegar a La Moneda, ya que «es la que representa a los trabajadores chilenos. ¿Como no iba a ser la primera invitada?, preguntó.
Destacó que en el actual sistema «hay un abuso muy grande». «Un trabajador que gana 150 mil pesos (unos 285 dólares) termina pagándole a la AFP el 20 por ciento de lo que cotiza en un año. Por eso, no más negocio privado con los fondos de pensiones», sostuvo.
Recordó que sólo seis grandes empresas privadas que componen las AFP controlan los 80 mil millones de dólares que representan los fondos de los empleados, lo que significa el 70 por ciento del Producto Interno Bruto del país.
A juicio de Martínez, con estas audiencias se inicia un debate nacional de cara al pueblo. «Este sistema se ha escondido, nadie sabe cómo funciona, y como no se conoce su funcionamiento no se puede criticar», indicó.
Agregó que la propuesta de la CUT tiene un amplio respaldo técnico, pero recalcó que el debate sobre la reforma previsional no debe darse en ese plano.
«Es una decisión política la que se debe tomar. No vamos a hacer una reforma para seguir fortaleciendo el mercado de capitales y el modelo económico. Queremos una reforma para resolver los problemas sociales que tienen las personas de la tercera edad», recalcó.
La reforma al sistema previsional fue una de las principales promesas electorales de la presidenta chilena y su implementación será un barómetro para medir hasta donde llega su voluntad de cambio ante la presión de los grandes grupos económicos.
Santiago de Chile, 5 de abril 2006
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