Con el apoyo -más simbólico que práctico- de un centenar de organizaciones sociales, y la adhesión del 87 por ciento de la población, según encuesta, los alumnos secundarios chilenos mantuvieron su presión por cambios fundamentales en la enseñanza.
Sus actividades estuvieron concentradas en foros internos, jornadas de reflexión o actos culturales para evitar ser vinculados a los desórdenes que, como sucedió, marcaron la jornada en Santiago y otras ciudades del interior: cerca de 500 detenidos y decenas de heridos.
A los 650 mil estudiantes básicos y secundarios, se sumaron unos 300 mil universitarios a lo largo del país. Sólo en la Universidad de Chile, según el presidente de la organización estudiantil en esa casa de estudio, Nicolás Grau, unos 100 mil alumnos dejaron las clases.
A ellos se unió en paro efectivo el poderoso gremio de los profesores en todo el país, que en su inmensa mayoría no hicieron clases y se congregaron en las afueras de los establecimientos en huelga o en toma para colaborar con sus estudiantes.
La jornada constituyó una pujante manifestación de fuerza y cohesión, que nuevamente arrancó importantes concesiones al gobierno, esta vez en una de sus demandas claves: la eliminación de la repudiada Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE).
La normativa, aprobada por el ex dictador Augusto Pinochet el día antes de abandonar el poder en 1990, disminuye a una mera gestión financiera el papel del Estado, y el mercado pasó a ser el instrumento que regulador de la educación del país.
El vocero de La Moneda, Ricardo Lagos Weber, anunció anoche que posiblemente hoy quedaría constituido el Consejo Asesor Presidencial de Educación, órgano dependiente del Ejecutivo, en el cual estarán representados dirigentes estudiantiles, apoderados, profesores y expertos.
Aunque la iniciativa había sido presentada antes, el hecho de haber sido anunciada su inmediata integración casi al final de la jornada de protesta fue una importante señal oficial de su voluntad de enfrentar la crisis.
La conformación de este comité y la integración de los estudiantes en él dan cumplimiento a las aspiraciones de participación que han enarbolado los secundarios en este conflicto, que mantiene paralizada la educación desde hace más de tres semanas.
En su anuncio, el vocero indicó que el gobierno presentará al parlamento -antes de la visita que iniciará la presidenta Michelle Bachelet a Estados Unidos- un proyecto de reforma constitucional para establecer el derecho de todo ciudadano a recibir educación de calidad.
El Consejo Asesor tendrá como misión establecer una visión consensuada acerca de la LOCE, de la Jornada Escolar Completa, de la municipalización, de las prácticas pedagógicas, de una política de desarrollo y formación docente y de sistemas de evaluación, entre otras.
Los estudiantes convocaron para hoy una reunión extraordinaria de su Asamblea de Coordinación para evaluar los resultados de la movilización de ayer, la nueva propuesta gubernamental y sobre esa base tomar una decisión sobre el rumbo de sus movilizaciones.
Es muy probable que después de haber alcanzado una parte importante de sus principales objetivos, el movimiento decida hacer un paréntesis en las protestas y reanudar las actividades docentes en espera de la implementación de las medidas anunciadas por el gobierno.
Santiago de Chile, 6 de junio 2006
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